Ante las dificultades que enfrenta el proceso de creación del Instituto Nacional de Elecciones (INE), los líderes de los grupos parlamentarios del PAN y PRD finalmente accedieron a emitir la convocatoria para designar a los relevos de cuatro consejeros electorales y el consejero presidente del IFE, aunque ya es un hecho que el órgano de dirección del organismo electoral funcionará, al menos durante algunas semanas, únicamente con cuatro miembros con derecho a voz y voto.
Los dirigentes y líderes parlamentarios del PAN y PRD son los que han establecido las condiciones y marcado los tiempos en este tema. Primero se opusieron a designar al relevo de Sergio García Ramírez, cuando éste renunció a su puesto en febrero del presente año, pues querían precisamente empatarlo con la designación de las cuatro vacantes que se generarán el 31 de octubre, para lograr un reacomodo en el reparto de las cuotas e intentar igualarlas en tres miembros por cada una de las tres fuerzas políticas con mayor participación electoral (PRI, PAN y PRD).
Su primer objetivo: designarlos en un paquete de cuatro consejeros y consejero presidente, ya lo lograron; ahora van por el segundo: modificar la correlación de fuerzas al interior del Consejo y ya establecieron un procedimiento que lo facilita. En esta ocasión se olvidaron de la convocatoria pública y los procesos abiertos; hoy son los grupos parlamentarios de los partidos políticos los que tienen la prerrogativa de presentar listas de 10 candidatos.
El tiempo límite para presentar las propuestas es el 8 de noviembre (cuando el IFE ya llevará una semana únicamente con cuatro consejeros) y a partir de estas listas será la misma Junta de Coordinación Política (ya no la Comisión de Gobernación) la que elaborará (en sesiones privadas y sin explicar criterios) una lista de 28 nombres, de los que saldrán los cinco nuevos integrantes. Para este segundo paso no hay tiempo límite, pero sí previeron una salida de contingencia para el caso que no logren consenso en los cinco nombres finales: la insaculación, es decir, ante la falta de acuerdos dejarlo a la suerte, pero ya entre un grupo de candidatos acotado.
A pesar de este último elemento, el procedimiento permite un mayor control de los líderes parlamentarios de las tres fracciones mayoritarias y disminuye la simulación, pues acaba con todo el espectáculo de convocatorias y entrevistas públicas, así como supuestas revisiones imparciales de cumplimiento de requisitos y calificaciones, para abiertamente dejarlo todo a la arbitrariedad y discrecionalidad de los líderes parlamentarios.
Hay que subrayar que en los hechos es lo mismo que siempre ha sucedido, nada más que en algunos procesos se concretó detrás de un procedimiento supuestamente abierto y democrático. Ya en la designación de los tres consejeros faltantes en diciembre del 2012 se olvidaron de dicho disfraz y un buen día dieron a conocer los tres nombres y los votaron en el pleno de la Cámara de Diputados y todos los aceptaron.
La diferencia de ese procedimiento con el que hoy plantean es simplemente que ahora lo dan a conocer previamente, mientras que en aquel momento fue una vez que ya tenían el consenso. Y dado que hoy lo dan a conocer previamente y no quieren quedar en ridículo, como en procesos anteriores que no han podido concluir, hoy establecieron una salida de contingencia a la que desde luego no piensan llegar.
Además, el contexto en el que se dan estos cinco nombramientos es muy explícito pues se designará a una mayoría de integrantes del Consejo y de los cuatro consejeros que permanecen en el IFE (Lorenzo Córdova, María Marván, Benito Nacif y Marco Antonio Baños), de acuerdo a los partidos que los propusieron, hoy el PAN contaría con dos posiciones (por lo cual únicamente le quedaría una libre), el PRD y el PRI, propusieron uno cada uno (por lo cual les quedarían dos libres) y todo hace suponer que dado que el PRI es la fuerza mayoritaria en el Poder Legislativo y titular del Ejecutivo, será el que proponga al consejero presidente.
En estas condiciones todo indica que de los nuevos nombres el PRI propondrá a un consejero y al consejero presidente; el PAN, un consejero; y el PRD, dos consejeros, con lo cual cada fuerza queda con tres miembros, aunque una de las propuestas priistas presidirá el Consejo. Hay que dejar claro que a partir de octubre de 2003 el PRI ha propuesto para ocupar estos cargos a militantes declarados de ese partido o, por lo menos (como en el caso de Baños) fervientes simpatizantes aunque carezcan de afiliación formal, lo cual desde luego merma la credibilidad en la institución.
El otro ingrediente que gravita en el ambiente es la creación del INE, que hasta hoy sigue siendo la principal apuesta del PAN y PRD, sin embargo, también les empieza a quedar claro que les faltan muchos puntos por resolver para lograrlo y luce muy difícil que lo concreten en este período de sesiones, por ello aceptaron iniciar este procedimiento de designación de consejeros del IFE, para tener un plan de contingencia ante la alta probabilidad de que no concreten el INE en el 2013.
Pero también hay que tener en cuenta que PAN y PRD enfrentan en los siguientes meses la renovación de sus dirigencias nacionales y (dependiendo de los resultados de esos procesos) allí también pueden sepultar o reforzar la creación del INE. Mientras tanto buscarán asegurarse de conformar un Consejo General del IFE más equilibrado, en términos de las cuotas partidistas.