"La felicidad para mi consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia".
-Françoise Sagan
Estar loco, en ocasiones, es la única forma de no serlo.
Llamamos locura al comportamiento que se sale de la raya, es por eso que se confunde el término locura con elocuencia, se exagera el término locuaz, se minimiza la conciencia y da por resultado el estar loco como forma de vida, y no como un diagnóstico generalizado.
Cuando uno se enferma, lo primero que hace es querer encontrar el motivo, enseguida se justifica un buen descanso por no estar en condiciones óptimas, y al último, en la mayoría de los casos, se recurre al médico para terminar con la enfermedad. Pero si la enfermedad deja de ser física y se vuelve de tipo mental, entonces se procede a adjudicarle mil y un motivos, ya sea el diablo, las hormonas o simplemente un mal día.
Al momento de que se sospecha una alteración de la mente, se cuelgan etiquetas, tanto a la persona, como a la familia, tales como; "El tío del esquizofrénico", "La hermana del autista" o "Tu madre la neurótica". (Frases que bien podrían pasar como títulos de novelas de John Katzenbach versión Lagunera).
Lo cierto, es que hoy en día, el tratar una enfermedad mental, así como problemas emocionales es cosa de pocos en la Comarca Lagunera, actualmente, no existe una cultura de salud emocional seria, gracias al desempleo, la inseguridad, la violencia y globalización, el cuidar la mente y el alma parece estar en segunda instancia, es como si fuera un pequeño ciclo de frustraciones, ya que por preocuparnos por lo demás, dejamos de preocuparnos de lo más importante; Nosotros mismos.
Torreón ocupa el cuarto lugar a nivel nacional de complicaciones mentales, el menú va desde autismo, déficit de atención, depresión, insomnio, crisis nerviosas hasta psicosis.
"Estimamos que el 80 por ciento de esos problemas de salud mental son ocasionadas por la violencia", dijo el doctor Tomás Galván, miembro del Comité de Salud, integrado por 20 médicos de los sectores privado y público que cada año evalúan las enfermedades que requieren más atención.
En una sociedad donde las alteraciones mentales crecen a la par con los problemas de violencia, es necesario el contar con el apoyo suficiente y capacitado para contrarrestar las consecuencias emocionales de ésta y otras problemáticas laguneras.
Se necesita hacer conciencia, sobre la importancia del tratamiento y detección oportuna de los trastornos mentales, se estima que en 1 de cada 10 familias laguneras se tiene a un familiar con alteraciones mentales no diagnosticadas.
Cabe recordar que en la Comarca Lagunera no cuenta con un solo hospital especializado en enfermedades mentales.
Con frecuencia, no es tanto el problema de padecer un trastorno mental, el verdadero problema está en aceptarlo. ¿Quién aceptaría tener un problema que no puede ver?
En tiwtter: @Gibran_Oficial
Kareem.valdez@hotmail.com