Lucha. La labor del Ejército es muy cuestionada por organizaciones de Derechos Humanos.
La situación de los derechos humanos en América en 2012 fue de altibajos, con avances en algunas áreas y con retrocesos en otras, afirmó el organismo Human Rights Watch (HRW) al presentar su reporte mundial.
En el caso de México, ejecuciones, desapariciones y torturas forman parte del catálogo de las numerosas violaciones cometidas por las fuerzas de seguridad, que en su mayoría han quedado impunes, lo que provocó que la violencia se exacerbara en diversas regiones.
La organización advirtió que "persisten amenazas y agresiones de organizaciones delictivas y miembros de las fuerzas de seguridad a defensores de derechos humanos y periodistas", sin que el gobierno tenga la capacidad para impedirlo. Criticó que "el gobierno no ha brindado protección adecuada a estos grupos vulnerables ni tampoco ha investigado los delitos de los cuales han sido víctimas. En abril, México sancionó una ley para crear un mecanismo de protección destinado a defensores de derechos humanos y periodistas, pero aún se diseñan los protocolos para evaluar los riesgos y asignar protección".
En México, expuso HRW, la tortura "continúa siendo una práctica generalizada que se emplea para obtener confesiones por la fuerza e información sobre organizaciones delictivas". Se aplican en el período en que las víctimas son detenidas arbitrariamente hasta que son puestas a disposición de agentes del Ministerio Público, y en este lapso a menudo están incomunicadas en bases militares u otros centros de detención clandestinos.
"Las tácticas más comunes incluyen golpizas, asfixia, simulacros de ahogamiento, descargas eléctricas, tortura sexual y amenazas de muerte", documentó la organización.
Informó que "uno de los factores que perpetúa este problema es la aceptación por parte de algunos jueces de confesiones obtenidas mediante torturas u otros malos tratos, a pesar que la constitución prohíbe admitir este tipo de declaraciones". Otro factor es que no se investigan ni juzgan la mayoría de los casos de tortura.
HRW fustigó que también la impunidad militar es uno de los preocupantes fenómenos en el país. Destacó que "una de las principales causas por las cuales se repiten los abusos militares es que los soldados que los cometen casi nunca responden ante la justicia. Esto se debe en gran medida a que los casos siguen siendo investigados en el sistema de justicia militar".
La Procuraduría General de Justicia Militar inició casi 5 mil investigaciones de violaciones de derechos humanos cometidas por soldados contra civiles entre enero de 2007 y abril de 2012, "y durante este período los jueces militares condenaron solamente a 38 militares por violaciones de derechos humanos". Este es el resultado que en México se delegó "mayormente al Ejército la lucha contra la violencia vinculada al narcotráfico y la delincuencia organizada. En el marco de sus actividades de seguridad pública, las fuerzas armadas mexicanas han cometido graves violaciones de derechos humanos".
Entre enero de 2007 y mediados de noviembre de 2012, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió informes detallados sobre 109 casos en los cuales determinó que miembros del Ejército habían cometido graves violaciones de derechos humanos, y recibió denuncias de 7 mil 350 abusos militares.
Reto difícil para Peña
La carga que recibe el presidente Enrique Peña Nieto en materia de seguridad pública y derechos humanos es enorme y no será fácil, consideró el organismo de defensa de los derechos humanos HRW.
"El tema de seguridad y de derechos humanos es enorme; la carga que (Peña Nieto) hereda de la administración anterior es muy dura, muy difícil, esto no es fácil, no se va a abordar de la noche a la mañana", dijo el director de HRW para las Américas, José Miguel Vivanco. Destacó en particular el reto que enfrentará el nuevo gobierno para llevar justicia a las víctimas y sus familiares de la guerra contra el narcotráfico con más de 60 mil muertos y miles de desaparecidos.
"El grado de irresponsabilidad mostrado por la administración (del presidente Felipe) Calderón le deja lamentablemente una carga muy grande al actual gobierno", sostuvo Vivanco.