Actualmente en la sociedad mexicana del siglo XXI, con las redes sociales y sus funciones a tope. Con el internet siendo el medio de información de mayor rapidez, los temas que están en boca de todos se vuelven tópicos de moda y todos son parte de ellos, así que no hay personaje que se escape de la internet.
La violencia en la cancha de cualquier disciplina se "justifica" por ser una competencia y mostrar "garra" para defender los colores de un equipo, de un patrocinador o inclusive de una nación. Pero el problema grave, que afecta a los aficionados, es cuando esa violencia ya no es deportiva sino por seres humanos.
Peleas en las canchas, de cualquier deporte, son comunes; es más, hasta muchas veces son necesarias para crear una rivalidad que a la afición le agrada ver que el jugador siente los colores del equipo. Pero hay una ruptura con la afición cuando esta "pasión" o violencia sale de las canchas y hay peleas extracanchas.
El flamante portero del Cruz Azul y de la Selección Mexicana, José de Jesús Corona, tuvo unos problemas con la justicia mexicana, al involucrarse en una pelea de bar en la que resultó herido un joven. Al final, la declaración fue quien dictó que fue el primo quien estuvo en la pelea y Corona salió impune. O.J. Simpson, quizá el jugador de la NFL de la década de los 90's cuya carrera será recordada por sus problemas legales y no por los anillos de Superbowl. Con el asesinato de su esposa y el juicio que lo exoneró, los que creían en la culpabilidad de él, vieron cómo se cometía una injusticia. Aunque sigue en prisión por diversos delitos, como robo y secuestro, se espera que alguien tome responsabilidad por el asesinato de su esposa. Comenzamos el año con una noticia parecida, el antes corredor paralímpico y ahora olímpico, Oscar Pistorious, fue acusado de haber asesinado a su novia y fue detenido en febrero del año en curso. Y aunque no le encontraron nada de culpabilidad, los cargos siguen ahí, y el sentido de que se está cometiendo una injusticia está latente en los que exigen justicia. Y el jueves regresó a las pistas para entrenar.
La última adición a este selecto grupo se trata de Aaron Hernandez, de los New England Patriots de la NFL, quien es acusado del asesinato de un joven de la liga semiprofesionales cuyo cuerpo fue encontrado a unos kilómetros de la casa de Hernandez, tras su detención por las autoridades, el equipo ya había confirmado su deslinde de la plantilla. Ya se le fue negada la libertada bajo fianza y se espera que el lunes sea cambiado a donde se encuentran todos los presos, con compañero de celda. Al exjugador se le imputan seis casos, siendo el de asesinato el más grave y dos más por posesión de arma de alto calibre.
Aunque la justicia, como dirían algunos abogados, actúan en forma diferente para todos, la verdad es que a todos los famosos, ya sean deportistas, actores y/o cantantes, cuando son exonerados de sus cargos, a todos los "mortales" nos causa molestia y hasta nos provoca pensar que, quizá estas celebridades gozan de privilegios que nosotros no.
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