Los deportistas torreonenses tienen que soportar jugar en escenarios de pésima calidad, debido a que se ofrecen pocas opciones para ello.
Saqueada y completamente destruida, la Unidad Deportiva Aeropuerto es una muestra de la negligencia y falta de interés por parte de quienes están al frente de su administración, lo que provoca la constante queja de los usuarios que una o varias veces a la semana deben acudir al lugar para realizar ahí sus actividades deportivas.
Pese a que se cobra una cuota mínima a los visitantes, todo indica que ni uno de esos pesos se invierte en el lugar para buscar al menos tener en condiciones aceptables dicho escenario deportivo, donde a pesar de todo el deportista sigue acudiendo con relativa regularidad, principalmente los fines de semana, cuando se programan partidos de las diferentes ligas de futbol, beisbol y softbol que operan en la región.
En recorrido por el lugar se pudo constatar el total abandono en que se encuentra este escenario, donde una de las principales carencias es el agua, que impide el riego adecuado de los pocos árboles que ahí se tienen, además de vivir un grave problema de inseguridad ante la nula vigilancia policiaca, lo cual genera una cadena de importantes fallas y por consecuencia, un pésimo servicio para los visitantes.
Así, se puede observar por todo el complejo hierba crecida, con meses de existencia, al estar completamente seca, misma que invade o rodea las canchas y campos. Igual se puede observar bebederos y sanitarios destruidos, basura, ramas, grafiti, dando una pésima imagen a un espacio que debería ser ejemplo de limpieza.
Ante la falta de servicios sanitarios que funcionen, deportistas y visitantes optan por satisfacer sus necesidades fisiológicas a la sombra de uno de los pocos árboles del lugar, sin importar que a pocos metros se encuentran presentes familias.
Siendo un escenario deportivo de carácter público, es sabido que el consumo de bebidas etílicas está prohibido, sin embargo, en este espacio es de lo más común, principalmente los fines de semana, cuando el alcohol hace su aparición en los campos de juego y las pocas áreas verdes ahí existentes, no siendo extraño ver a jugadores de futbol, beisbol y softbol consumir importantes cantidades de cerveza, al introducir sin mayor problema los llamados 'cartones' o 'charolas', ello ante la complacencia de quienes 'administran' el sitio.