La policía brasileña desarticuló hoy una organización que abastecía con fusiles procedentes de Estados Unidos a las bandas de narcotraficantes que actúan en Brasil, en una operación que permitió el decomiso de 22 fusiles de calibre 7.62, informaron fuentes oficiales.
La operación, realizada con apoyo de autoridades estadounidenses y de la Interpol, permitió la captura de cinco personas en Brasil y de otras dos en Estados Unidos, según un comunicado de la Policía Federal.
La organización adquiría fusiles de diferentes calibres en Estados Unidos y los enviaba desde Miami en navíos, escondidos en colchones dentro de contenedores que eran desembarcados en el puerto de Santos, en el litoral del estado de Sao Paulo.
Los contenedores eran declarados en la aduana como mudanzas de familias brasileñas residentes en el exterior, según la nota de la Policía Federal.
Las armas eran vendidas a organizaciones criminales que actúan en los estados de Minas Gerais, Sao Paulo y Río de Janeiro, especialmente a las que controlan el tráfico de drogas en las principales favelas de esta última ciudad.
La policía informó que, además de los 22 fusiles, se incautó de una "enorme cantidad de municiones" y que proseguirá las investigaciones para intentar establecer la cantidad de armas que alcanzaron a ser introducidas y su destino.
Los responsables por la investigación calculan inicialmente que al menos 500 fusiles fueron vendidos a las organizaciones que operaban en las favelas de Rocinha y Vidigal, enormes barriadas pobres en la zona sur de Río de Janeiro cuyo control fue retomado por la policía en los dos últimos años.
Los cinco brasileños acusados de integrar la organización fueron detenidos en Governador Valadares, un municipio en el estado de Minas Gerais (sudeste) famoso por contar con un elevado número de personas viviendo como emigrantes en Estados Unidos.
Según versiones de prensa, entre los detenidos figuran conocidos hacendados y comerciantes de la región conocida como Vale do Río Doce, en el interior de Minas Gerais.
Los arrestados fueron conducidos a una penitenciaría de Governador Valadares y tendrán que responder por los delitos de tráfico internacional de armas de fuego y asociación para delinquir.