Desatan caos en Guerrero

Maestros disidentes de Guerrero desataron ayer protestas violentas en Chilpancingo contra la reforma educativa y causaron destrozos en oficinas del Gobierno estatal y las sedes de cuatro partidos políticos.

Los integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) también amenazaron con tomar de nueva cuenta la Autopista México-Acapulco.

En protesta contra la reforma a la ley estatal de educación para establecer la evaluación de maestros, los manifestantes de la CETEG y del Movimiento Popular Guerrerense arremetieron contra los principales partidos del Estado.

Embozados y armados con palos y tubos, los maestros causaron destrozos en las sedes de los comités estatales del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano en Chilpancingo y después le prendieron fuego al edificio del PRI.

También irrumpieron en las oficinas de la contraloría de la Secretaría de Educación Pública estatal, donde incendiaron mobiliario y documentos.

El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, dijo que los manifestantes también llevaban bombas "molotov" y armas de fuego.

Gonzalo Juárez, secretario general de la Ceteg, anunció que mantienen el paro de labores en escuelas y que extenderán su movimiento a otras partes del país con marchas, bloqueos y tomas de edificios.

Minervino Morán, integrante de la CETEG, dijo que las protestas son por la negativa del Gobierno estatal a escuchar sus demandas. "No nos dejan otro camino", dijo.

El PAN y el PRD calificaron de "vandalismo" los ataques a las sedes partidistas y exigieron la acción de la fuerza pública.

Aguirre anunció que se giraron órdenes de aprehensión contra Juárez y Morán por ataques a vías de comunicación, motín y daños al patrimonio del Estado.

El gobernador justificó la falta de acción de la policía local "para no caer en provocaciones".

La Secretaría de Gobernación ofreció a enviar al Estado más agentes de la Policía Federal para contener los bloqueos de los maestros.