Por una parte un nuevo estudio publicado en la revista Science señala que las temperaturas del planeta se encuentran en su nivel máximo en los últimos cuatro mil años. Por la otra, las temperaturas han permanecido estables desde 1997. El fuerte aumento registrado entre 1980 y 1996 parece haberse detenido, cuando menos temporalmente. Con razón nos sentimos confundidos.
Un equipo encabezado por Shaun Marcott de la Universidad de Oregón ha reconstruido un registro de temperaturas para los últimos 11,300 años. Esto cubre virtualmente todo el holoceno, época geológica que empezó al terminar la última glaciación del pleistoceno hace 11,500-12,000 años. La moderación de la temperatura del planeta permitió el surgimiento de las primeras civilizaciones humanas hace unos 8 mil años, pero las consecuencias de un calentamiento excesivo podrían ser negativas para el planeta y para la humanidad. El calentamiento del último siglo, al parecer producido por la emisión de contaminantes a la atmósfera, no es superior al registrado en otros períodos, pero la diferencia es que ha sido mucho más rápido y sus consecuencias pueden ser por lo tanto más dramáticas.
El que estemos viviendo el período de mayores temperaturas en los últimos 4 mil años, con una aceleración importante en el último siglo que coincide con el uso de combustibles fósiles, no puede borrar el hecho de que desde 1997 las temperaturas se han estabilizado. Esta información fue registrada originalmente por la Oficina de Meteorología del Reino Unido. Si bien todo el mundo reconoce las dificultades de medir con precisión la temperatura del planeta, los registros se han mantenido estables desde 1997 mientras que los contaminantes emitidos a la atmósfera han aumentado a un ritmo acelerado. La revista británica The Economist dedica esta semana un artículo al tema.
Muchas y diferentes explicaciones se han ofrecido sobre por qué las temperaturas se han estabilizado en un momento en que las emisiones de contaminantes aumentan rápidamente. The Economist sugiere que "quizá el clima está respondiendo a las altas concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera en formas que no se han entendido cabalmente". De hecho, la atmósfera es, como la economía, un campo de complejas interacciones entre muchos factores que producen resultados que los modelos más sencillos y dogmáticos no pueden comprender. Así como los economistas tienen enormes dificultades para prever el futuro, así los especialistas en el clima no pueden hacer pronósticos de largo plazo. Un ejemplo lo vemos en la afirmación de que el calentamiento global generaría más y mayores huracanes. La verdad es que el número y la intensidad han disminuido en los últimos años.
Las discrepancias de los especialistas sobre por qué se han estabilizado las temperaturas señalan lo absurdo de emprender costosos programas gubernamentales que sacrifican crecimiento y empleo para reducir las emisiones cuando no conocemos realmente los factores que están incidiendo y en qué porcentaje sobre el cambio climático. Debemos mantener políticas sensatas que nos permitan reducir las emisiones de contaminantes, pero no aquellas que producen una mayor pobreza. Desafortunadamente muchos políticos y grupos ecologistas, que se benefician de provocar una actitud de pánico ante el calentamiento global, impulsan estrategias cuyos resultados reales sobre el clima no comprendemos, pero que sí destruyen empleos y hunden a millones en la pobreza.
AUMENTO DE ELECTRICIDAD
La Comisión Federal de Electricidad anunció ayer un aumento de precios. Es tan confuso el universo de tarifas, descuentos y subsidios que realmente es imposible saber si es correcto. Necesitamos mayor transparencia en los costos y subsidios de la CFE, pero también una simplificación de tarifas.
Twitter: @sergiosarmient4
