La población de la ciudad de México no corre ningún riesgo, ante la posibilidad de que se presente una explosión en el volcán Popocatépetl debido a que el radio afectado por el magma no sería superior a los 15 kilómetros, declaró Mario Garza Salinas, experto en protección civil de la Universidad Iberoamericana.
Garza, coordinador del Diplomado Protección Civil y Protección de Desastres, explicó que el desalojo más reciente en la zona aledaña al Popocatépetl, que actualmente se encuentra en la tercera y última etapa de la fase amarilla del semáforo volcánico, aconteció en diciembre de 2000, cuando 35 mil personas fueron movilizadas.
Si en la actualidad sucediera una explosión volcánica, apuntó, se prevé el desalojo obligatorio de unas 70 mil personas de 20 municipios de los estados de México, Morelos y Puebla, hacia albergues de esas entidades, además de Tlaxcala y la zona oriente del Distrito Federal.
En caso de una erupción de mayor escala, precisó el experto, los flujos piroclásticos, los gases tóxicos y la caída de ceniza proveniente del volcán podría impactar a comunidades más lejanas, lo que obligaría a desalojar a casi un millón de personas en un radio de 25 a 30 kilómetros, aunque el Distrito Federal no se vería afectado por lo que no hay motivo para alarmar a sus habitantes.
De presentarse mayor actividad volcánica, la población de la ciudad de México deberá abstenerse de participar en actividades deportivas o recreativas al aire libre y usar tapabocas para evitar la irritación producida por la ceniza que pudiera arrojar el volcán, que inició su fase eruptiva en diciembre de 1994, argumentó Garza.
