Científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) concluyeron la secuenciación genética del aguacate criollo mexicano.
El Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados (Cinvestav), logró secuenciar el material genético que compone al aguacate criollo mexicano. El siguiente paso se ha dado, pues ya iniciaron los trabajos de mejoramiento del fruto para obtener árboles de menor tamaño, más productivos, que requieran menos agua y con un alto contenido de aceite.
"Ya acabamos de secuenciar el genoma del aguacate, y estamos terminando de ensamblarlo y de identificar sus 42 mil genes", el doble de los que tiene el ser humano, aclara Luis Herrera Estrella, líder del proyecto.
El objetivo del estudio es comparar las características del aguacate criollo con el aguacate Hass, el cual tiene una cáscara dura y es el que más se comercializa. Esto, por que el fruto mexicano tiene una cubierta más débil por lo que se daña fácilmente y tiene menor tiempo de vida en el anaquel.
La idea principal es obtener un aguacate con las propiedades del criollo mexicano, el cual es más nutritivo, con mejor textura, olor y sabor que el aguacate Hass, del cual se busca obtener la cáscara dura para poder tener una variedad del fruto mejorado.
Por otro lado, se busca crear una fruto resistente al cambio climático, previniendo que en el futuro podría haber una escasez de agua en el estado Michoacán donde se produce el 20 por ciento del aguacate que se consume en el mundo.
Diferentes agricultores estarían dispuestos a llevar estos experimentos al huerto, ya que no se trata de frutos transgénicos, sino de un mejoramiento tradicional con el apoyo de herramientas genómicas, por ello han aportado dinero a la investigación.
De tener éxito con las pruebas se podría comercializar esta nueva variedad dentro de 15 años, por ahora la Universidad Autónoma de Chapingo y el Colegio de Posgraduados ya comenzaron a realizar el mejoramiento del fruto con la información que obtuvo el Cinvestav.
La razón de que se tarde tanto en llevar la nueva variedad al mercado, está en que el ciclo de vida de la planta del aguacate es de 8 a 10 años, sin embargo el trabajo será más sencillo con el mapa genético
La investigación de los genes que dan origen al aguacate han permitido identificar que se trata de una planta muy primitiva, más antigua que el punto en donde se separaron los cereales y hortalizas, con ello se profundizará en conocer la evolución de las plantas.
De hecho, el aguacate sufrió un par de duplicaciones del genoma antes de existir como tal y tiene elementos transponibles muy antiguos, que son muy distintos a las plantas más modernas.
Luis Herrera Estrella espera publicar los resultados de su investigación antes de que acabe el año en una revista especializada, aunque aún se está trabajando en la secuenciación genética, la cual se concluirá en dos años y medio.
