Descubierto por 'Chelato'

Antes de llegar a Santos Laguna en 1990, Ramón Ramírez había intentado colocarse en un equipo de Primera División, fue a Estudiantes Tecos y a Tigres UANL, en el primer equipo hubo cambio de técnico y no tuvo oportunidad de probarse, en el segundo fue observado por el entonces técnico Carlos Reinoso y no se interesó por él.

Ramón Ramírez tenía en ese entonces 20 años de edad y jugaba en el equipo Coras del Tepic de Segunda División "A'', en donde tenía de compañero al delantero Raúl Torales, quien antes había jugado en Santos Laguna y lo invitó a probar fortuna con el equipo de la Comarca.

A mediados de 1990, mientras se jugaba el Mundial de Italia 90, llegó Ramón Ramírez a La Laguna en compañía de Raúl Torales, quien se encargó de presentarlo ante Salvador Necochea, en ese entonces presidente del equipo. Torales recomendó a Ramón como un jugador de talento y de una capacidad futbolística innegable.

Al mismo tiempo llegó a la dirección técnica del equipo verdiblanco José de la Paz Herrera, "Chelato'', quien había calificado y dirigido a la Selección de Honduras en el Mundial de España 1982.

Después de la plática con Salvador Necochea el jugador nayarita fue puesto a disposición del técnico "Chelato'' Herrera, quien en su primer reporte a la directiva comentó que se trataba de un gran jugador, con gran futuro y proyección, incluso internacional.

Con este comentario José de la Paz Herrera dio el aval para que Ramón Ramírez Seceñas fuera contratado por Santos Laguna en la temporada 1990-1991.

Previo al torneo de Liga se celebró el Torneo de Copa y llegó la gran oportunidad que Ramón había buscado desde tiempo atrás, jugar en Primera División. Su debut fue el miércoles 22 de agosto de 1990 contra Chivas en el viejo Estadio Corona de la mano de José de la Paz Herrera. Los Guerreros ganaron por dos goles a uno con anotaciones de los hondureños Luis Enrique Cálix y Juan Flores.

Aunque Ramón Ramírez no se hizo presente en el marcador, tuvo una destacada actuación, a partir de ese momento empezó a brillar con luz propia.

Su primer gol fue contra el América al término de la primera vuelta del Torneo de Copa, en partido celebrado en el Estadio Corona con empate a tres goles, Ramón anotó uno de ellos.

Toda la temporada 1990-1991 jugó Ramón Ramírez con gran regularidad, subiendo sus bonos "como la espuma'' y fue llamado a la Selección Nacional que participó en los Juegos Panamericanos de Cuba 1991, al mando de Cayetano Rodríguez y César Luis Menotti.

Lamentablemente, en la siguiente temporada, la 91-92, Ramón Ramírez fue fracturado el domingo 15 de diciembre de 1991 en un partido contra el América por el debutante Carlos Alberto Carrillo. La lesión alejó a Ramón nueve meses de la cancha, en los cuales fortaleció su carácter y se refugió en lecturas motivacionales para su regreso, que sería espectacular.

Reapareció el domingo 20 de septiembre de 1992 en un partido contra Querétaro bajo las órdenes de Pedro Dellacha, que perdieron los Guerreros por un gol a cero.

A partir de ese encuentro empezó a retomar su nivel futbolístico y en febrero de 1993 fue convocado a la Selección Nacional por el técnico Miguel Mejía Barón, quien tenía concentrado a su equipo en Cancún, Quintana Roo, hasta donde voló Ramón una tarde para empezar a escribir su propia historia con el Tricolor, siendo despedido en el Aeropuerto de Torreón por el Lic. Gustavo de Villa, vicepresidente del club en esa fecha, quien le regaló un billete de dos dólares para que le diera suerte, y Ramón la tuvo.

Ramón Ramírez participó con gran éxito en la eliminatoria del Mundial de Estados Unidos 1994 y fue le revelación como lateral izquierdo, posición que nominalmente no jugaba, pero en la que lo habilitó atinadamente Miguel Mejía Barón.

Después de la eliminatoria mundialista participó en la Copa de Oro y fue campeón de este certamen con México. En junio de 1993 la Selección Nacional hizo su presentación en la Copa América, obtuvo el subcampeonato y Ramón Ramírez tuvo una brillante actuación.

A su regreso a Santos Laguna después de haber estado en la Selección Nacional por espacio de medio año, se unió al recién reestructurado equipo de los Guerreros y fue parte clave de la gran campaña y del subcampeonato conseguido en la temporada 1993-1994, bajo el mando del técnico chileno Pedro García.

Por méritos propios asistió al Mundial de Estados Unidos 1994 y jugó dos partidos, contra Noruega en la primera jornada y en cuartos de final contra Bulgaria, encuentro en el que México fue eliminado en tanda de penales.

Al regresar del Mundial de Estados Unidos cambió de equipo, sin embargo dejó la marca de haber sido el primer jugador de Santos Laguna que asistió a un Mundial y puso en alto el nombre de la Comarca en 1993 y 1994 con sus grandes actuaciones en la Selección Nacional, cumpliéndose así lo que había augurado José de la Paz Herrera cuando recibió a Ramón en el plantel de los Guerreros.

COPAS

América disputó como parte de la Selección Mexicana, la primera como jugador del Santos.