El Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (World Wildlife Fund, WWF), promovió la celebración del Mes del Desierto Chihuahuense entre las poblaciones que incidía o establecía lazos de colaboración a partir de que en 1997 abre su oficina en Monterrey con el propósito de impulsar un programa de conservación de esta ecoregión, misma que años después cambió de sede a la ciudad de Chihuahua, donde aún opera.
Cabe destacar que WWF han sido, conjuntamente con The Nature Conservancy (TNC), Pronatura y Profauna, los principales organismos no gubernamentales que se han preocupado por promover la conservación de la biodiversidad en la porción mexicana del Desierto Chihuahuense, promotores de una sinergia que involucra a oficinas de gobierno federales, estatales y municipales, a la vez que fomentaron la formación de grupos locales que se asociaran con ellos en algunos sitios de la ecorregión; es el caso del Biodesert en La Laguna.
Así, desde hace década y media en la Comarca Lagunera cada año en el mes de octubre se organizan eventos para celebrar y, con ello recordar, que vivimos dentro del más grande desierto de Norteamérica, que abarca cerca de 630, 000 km2 con porciones integradas de seis estados norteños y algunas prolongaciones aisladas en el centro-sur de México, y de tres estados sureños de los Estados Unidos.
El Desierto Chihuahuense es considerado uno de los tres desiertos más biodiversos del planeta, ya que tiene ecosistemas y hábitat en los que se alberga una importante diversidad de fauna y flora silvestres distribuidos en 61 sitios prioritarios para la conservación que comprenden grandes extensiones áridas de matorral, semiáridas con pastizales, montañas y cuerpos de agua dulce.
Dentro de esa riqueza biológica existente en este desierto destacan las especies endémicas, es decir, que son originarias o sólo habitan en estos lugares, como las cactáceas de las cuales una tercera parte de las 1,500 especies conocidas a nivel mundial se encuentra en esta ecorregión; son relevantes las poblaciones de reptiles y anfibios, peces y otras que también presentan endemismos.
La celebración de este mes, siguiendo la sinergia de los tiempos actuales, además de destacar la relevancia de la biodiversidad y la necesidad de que la población de cada región o lugar la conozca, también nos indica que se encuentra bajo constante amenaza por las actividades humanas, de ahí que sea necesario protegerla y conservarla.
Al respecto, actualmente son notorios los avances en el estudio de la biodiversidad que aún nos queda, como también en los esfuerzos por protegerla en reservorios naturales donde aún hay ecosistemas naturales en buen estado de conservación. Dentro de la ecorregión destacan las áreas naturales protegidas federales de Cuatro Ciénegas y Mapimí, la primera que constituye el más importante humedal dentro del Desierto Chihuahuense con una diversidad biológica entre la que se encuentran 75 endemismos, mientras que la segunda con 31.
La Reserva de la Biosfera Mapimí abarca una superficie importante que forma parte de la Comarca Lagunera, que junto a la Reserva Ecológica Municipal Sierra y Cañón de Jimulco (con 55 endemismos), el Parque Estatal Cañón de Fernández (con 25 endemismos), y otra que está en proceso, la Sierra y Cañón del Sarnoso. En total, actualmente el 6.5 % de la superficie regional se encuentra bajo un estatus de protección formal.
El conocimiento de la biodiversidad, los esfuerzos de protección y conservación que al respecto realice el gobierno y la sociedad, según los convenios o acuerdos internacionales a que se sujetan y los enmarcan como el Convenio de Biodiversidad Biológica y la Agenda 21 Local suscritos en el marco de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, establecen que son indicadores de sustentabilidad del desarrollo de la región o lugar donde ocurre, por ello es importante que este tipo de eventos comunique a la población y recuerde a los gobernantes la necesidad de multiplicarlos para evitar se pierda nuestra riqueza biológica.
