Destrucción. Esta imagen corresponde a la zona de la Guacamayita, región protegida por donde pasa la autopista a Mazatlán.
Las empresas constructoras de la autopista Durango-Mazatlán destruyeron parte de una zona natural protegida en el ejido Pueblo Nuevo, misma en donde se reproducía un tipo de guacamaya en peligro de extinción.
José Félix Ávila García, comisariado ejidal de Pueblo Nuevo, señaló que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) le otorgaba un millón de pesos anuales al ejido por no meterle mano a esa zona protegida, "no podíamos talar árboles ni nada en ese lugar".
Sin embargo, no sólo la autopista a Mazatlán pasa por ahí, sino que las constructoras han destruido parte de esta zona, pero ahí mismo tiran todos los desechos de sus trabajos al río que pasa por el lugar.
En esa misma zona, existía un manantial de agua que fue destruido por las mismas empresas, pero también se tenía un criadero de truchas, mismo que ya desapareció.
Pero lo que más lamenta el Comisariado Ejidal es que las autoridades encargadas de la protección al medio ambiente, en este caso la Profepa, no ha hecho nada para evitar este daño ecológico y ambiental, aun cuando la misma Semarnat ya tuvo conocimiento de este problema, "si a las autoridades no les interesa defender una zona protegida, menos a las empresas constructoras que hacen lo que quieren y nadie les puede decir nada", concluyó el comisariado ejidal.
Afectación
Aseguran que las empresas constructoras de la supercarretera:
⇒ Han devastado una parte de una zona protegida de Pueblo Nuevo.
⇒ Se ve en peligro la reproducción de la guacamaya, además de la contaminación de un río.