La declinación de Luis González Placencia para reelegirse como presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal obliga a la reflexión de varios asuntos relacionados con la figura del ombudsman, la legitimidad y autonomía que debe mantener la institución.
Al mando de la CDHDF, González Placencia sorteó situaciones altamente complejas y las resolvió con valentía y extrema sensatez. A pesar de que la Supervía era uno de los proyectos más promovidos por Marcelo Ebrard y el gobierno del Estado de México, incluso durante la gestión de Peña Nieto, recomendó la cancelación de la construcción de la obra, que como recordaremos violentó los derechos de las familias a quienes se intentó desplazar sin llevar a cabo los procedimientos legales requeridos. Otra de sus muy reconocibles decisiones fue evidenciar los casos de trata de internas en las cárceles del DF.
Además están los casos de las personas detenidas el 1 de diciembre, sin duda ha sido un asunto sumamente polémico, cargado de desinformación en la opinión pública y envuelto en un ambiente ideologizado que desata posiciones tan intolerantes como totalitarias. No olvidemos que fue Luis González Placencia quien trabajó la resolución para las sanciones del News Devine y quien no cubrió las cuotas que esperaban los grupos bejaranistas para obtener plazas en la Comisión.
Podría ser incluso ese trato escrupuloso y de extremo cuidado que la CDHDF dio a los presos políticos lo que incomodó a algunos legisladores, que llegaron al grado de lanzar acusaciones absurdas y desacreditaciones personales para provocar el cambio de capitán de un barco que hasta ahora no naufragaba ante las tempestades. No es cosa menor solicitar la sanción de los policías que abusaron de su poder en una protesta en la que se había generalizado la imagen vandálica de los manifestantes.Sumemos a esto que lectura del Gobierno federal a este respecto podía tomarse como un agravio en tanto la CDHDF atendió con respeto a integrantes del movimiento #YoSoy132.
Se le acusa de lentitud para la entrega de resultados sobre el caso de Heaven, a lo que González Placencia ha contestado que el proceso se ha realizado en un tiempo promedio y en unas semanas se darán a conocer las conclusiones. Su declinación sucede justamente un día antes de la manifestación del 2 de octubre, para la que se previó un operativo de 4 mil policías.
En este contexto debemos considerar además que el año entrante se realizará la elección del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Y desde la CNDH existe un especial interés por influir en la designación del ombudsman del DF, como lo hace en muchos de las comisiones de las entidades federativas. Es bien sabido que la CDHDF ha representado un referente de confrontación para la Comisión Nacional, ya que representan diferentes modelos de defensoría y compromiso con los derechos humanos. La Comisión Nacional de Derechos Humanos enfoca sus esfuerzos a la resolución política de los conflictos y hace uso de su poder económico. No está de más recordar que es la comisión de derechos humanos más costosa del mundo. En contraste, desde Álvarez Icaza la CDHDF centra su acción en las víctimas y su poder en la autonomía.
Será ese el precio más caro a pagar. Con la declinación de González Placencia se intentará homologar el formato de comisiones de derechos humanos.
(Analista política y activista ciudadana)
Twitter: @maiteazuela