Isaac Brizuela celebra una anotación ante América. Diablos saca mínima ventaja de su casa
Inspiración demoniaca para quemar el vuelo del Águila. Seis minutos de letalidad en los que los Diablos Rojos encontraron dos golazos de zurda para irse con una ventaja al estadio Azteca. El potencial bicampeonato amarillo se pone en duda, tras lo sucedido anoche en el "Nemesio Díez".
El América vivió un infierno en la segunda mitad. Se resquebrajó por completo, su pegada de líder quedó hecha añicos ante la furiosa reacción del Toluca para darle vuelta al marcador. Miguel Herrera, desesperado en el banquillo, y José Cardozo, ambicioso en la búsqueda de darle más golpes al vigente campeón del futbol mexicano. Al final, 2-1 del lado mexiquense.
Édgar Benítez y toda su camarilla escarlata se juntaron en un festejo, tras el segundo tanto escarlata de la noche en la capital del Estado de México. Uno encima del otro formando una montaña de alegría roja le enseñaron al monarca del futbol mexicano que tiene que derrotarlos el domingo si quiere aspirar a revalidar su cetro.
Con un tiro implacable desde la punta del área amarilla, "El Pájaro" dibujó un trallazo cruzado, que el robusto Moisés Muñoz jamás alcanzó (55'). El rugido endemoniado de la afición local enmarcó un triunfo que también desmoraliza a los de Coapa, que ya sentían encaminándose hacia la final.
Fue la conquista de la ventaja choricera la que pone a dudar al "Piojo" si más temprano que tarde tendrá que dejar a los emplumados para ya comenzar con la preparación mundialista con la Selección Mexicana.
La bravía remontada del Toluca comenzó muy pronto en el complemento. Isaac Brizuela, el pingo de cara de niño, fue el que encaminó a los colores escarlata hacia la toma de la ventaja en el global para encarar el de vuelta.
Al "Conejito" le tomó unos cuantos minutos en la segunda mitad para enderezar la brújula. Con el atrevimiento que suele tener, lanzó un disparo plagado de talento que se arrinconó en la portería de Moisés Muñoz (49').
Desconcierto de los capitalinos a partir de entonces. Tras la anotación de Benítez, Toluca se asentó mejor, dejó de discutir con el árbitro, de los reclamos airados y se dedicó a hacer sus jugadas para volver a la vida.