Fuerte lució el púgil lagunero durante la sesión de manopleo con su entrenador Manuel López. (Fotos de Jesús Galindo)
Previo a su contienda de campeonato mundial ante el "Vikingo" Terrazas de la próxima semana, el lagunero Cristian Mijares sostuvo entrenamiento público para los medios de comunicación de la Comarca.
El "Diamante", acompañado de su equipo de trabajo, integrado por Júnior Lugo, sus entrenadores Ricardo "Pajarito" Mijares, Manuel López y su preparador físico Jorge Ocampo, tuvo una ardua sesión en el Gimnasio RockSport del TSM.
Como motivación extra, Mijares recibió la visita, el aliento y apoyo de su amigo Jared Borgetti, quien le deseó la mejor de las suertes al excampeón mundial supermosca del CMB y AMB.
Y es que totalmente restablecido de la lesión en su codo derecho, Cristian quiere a toda costa la faja verde y oro de las 122 libras (55.388 kilogramos), la cual dejó vacante el invicto y exolímpico mexicano Abner Mares.
"Estoy al 3 mil por ciento listo en lo físico y boxístico, hicimos una gran preparación, al grado de lastimar a mis sparrings, lo cual lo lamento, pero habla del trabajo que realizamos en el gimnasio durante varios meses", dijo de manera entusiasta el oriundo de Gómez Palacio.
Sabe de la peligrosidad del tapatío Terrazas, quien tiene triunfos sonoros sobre Fernando "KO-Chulito" Montiel y el venezolano Nehomar Cermeño, dos veces su verdugo, cuando intentó invadir los pesos gallo y agenciarse el campeonato de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
"Es peligro y será una pelea complicada, estoy consciente de eso, pero saldré con el puño en alto y con el cinturón en mi poder, el sábado 20 de abril en la Arena de Ciudad de México, de eso no hay la menor duda", comentó luego de su práctica.
El entrenamiento de Mijares, consistió en calentamiento previo de sus extremidades inferiores y superiores, para que luego de aplicarse el respectivo vendaje de protección en los nudillos correr sobre la caminadora, al lado del "Abuelo" López.
Tras realizar ejercicios de elasticidad comenzó la sesión de manopleo, donde exhibió la gran fortaleza en sus brazos, donde a simple vista se observa que adquirió masa muscular.
A diferencia de otras ocasiones, cuando peleaba en los supermoscas (52.163 kilogramos), el "Diamante" no expresa preocupación por llegar en buenas condiciones a la romana, ya que no tiene problemas de peso.
"Andamos muy bien, así que no es un tema de distracción, vamos bajando paulatinamente para llegar a la ceremonia de pesaje con el debido tonelaje correspondiente, eso me tiene muy contento", finalizó el púgil, quien tendrá algunas sesiones de entrenamiento, antes de emprender el viaje a la Capital.