Con muchos riesgos tomará el duelo de este sábado Pedro Caixinha ante Querétaro, ya que reconoce la capacidad de su adversario. (Jesús Galindo)
Con muchos riesgos tomará el duelo de este sábado Pedro Caixinha ante Querétaro, ya que reconoce la capacidad de su adversario en la cancha, sobre todo con las recientes actuaciones en el inicio de la campaña.
Y es que el técnico portugués de Santos Laguna consideró a los Gallos Blancos como el equipo más 'italianizado' de la Liga MX, por su manera férrea de defender y su efectividad a la hora de atacar.
El portugués fue claro y no se anduvo con rodeos para mencionar que el conjunto emplumado es un rival muy complicado de enfrentar en este torneo.
"No hay partidos fáciles, es un equipo muy bien parado, tiene capacidad de cerrar los espacios, de actuar en un bloque defensivo y además genera su ataque desde la defensa".
Dijo que será un verdadero reto medirse al Querétaro, ya que deberán estar muy precavidos con la identidad del juego santista en circular el balón, tener la agresividad que deberán generar los espacios y explotar las oportunidades que puedan surgir para ganar el partido.
"Nacho (Ambriz) ha creado un equipo muy competitivo, que nos ha gustado muchas cosas del torneo pasado, pero nosotros debemos tener la capacidad de tener el balón, saber tocarlo, mantener los ritmos, cuándo acelerar el juego, aunque también hay momentos determinantes que pueden hacer la diferencia en un partido".
El lusitano aseveró que los Gallos Blancos sufren mucho cuando los presionan en la salida en su reducto defensivo, por lo que buscarán apretarlos ahí, tal como ha sido su mística.
Al repetir casi la misma alineación que a mediados de semana indicó: "Creo en todos mis elementos, pero debo darles la confianza necesaria para que jueguen en el primer equipo o en la Sub-20, tomar ritmo y que ellos pongan la actitud y calidad para hacer bien las cosas".
Al estar suspendido la fecha anterior tuvo que presenciar el encuentro desde el palco, por lo que consideró complicado vivir el partido desde lejos de la cancha y aunque tuvo la oportunidad de bajar al vestidor antes del partido y al medio tiempo, no lo hizo, ya que confía plenamente en su cuerpo técnico y los jugadores.
"Se vive con más intensidad, porque no se puede tener una interacción directa con los jugadores, ya pasó, pero no se vuelve a repetir", refiriéndose a su expulsión de la jornada dos.
