Los máximos líderes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) discreparon hoy en torno a la Ley del Servicio Profesional Docente, y mientras el presidente de la agrupación apoyó la norma enviada al Senado, el secretario general dijo que "lo más oportuno es que esa ley se vaya a la congeladora".
"El Gobierno Federal votó la reforma secundaria como se le antojó al PRI (Partido Revolucionario Institucional) y al PAN (Partido Acción Nacional)", dijo hoy el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, después de la presentación de los resultados de la Consulta Ciudadana realizada sobre las reformas fiscal y energética.
La Ley del Servicio Docente, una de las tres normas secundarias de la reforma educativa promulgada en febrero por el presidente Enrique Peña Nieto, recibió el 1 de septiembre el visto bueno de la Cámara de Diputados y a partir de hoy se espera sea discutida en el Senado.
Sánchez Camacho anunció que se hizo un llamado a los senadores del PRD para que no aprueben la ley en los términos en los que viene, y que reflexionen su opinión y que "escuchen a los maestros".
"Percibo que hay una opinión mayoritaria de que no se debe aprobar la reforma del sistema de evaluación como la mandó la Cámara de Diputados, pero hay que esperar la decisión de los legisladores", advirtió.
A su vez, el presidente del PRD, Jesús Zambrano, señaló que tanto las preocupaciones de los legisladores de su partido como las de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) "están contenidas ahí", en la Ley del Servicio Docente aprobada por los diputados.
El presidente del PRD señaló que el voto dividido de la bancada del partido en la Cámara de Diputados se debe a la pluralidad en el partido, una división "respetable".
Además, aseguró que no impondrá a los senadores de su partido la decisión de apoyar la norma. "Yo no voy a imponer ninguna decisión que autónomamente deberán tomar los senadores", expuso Zambrano, y rechazó que los diputados de su partido que aprobaron la ley traicionaran a la CNTE.
Zambrano argumentó que lo que plantean los maestros disidentes es que "se derogue la totalidad de las reformas".
La ley incluye un sistema de evaluación de profesores que prevé la expulsión de docentes de nuevo ingreso si no superan los exámenes en tres oportunidades, y el cambio de área de desempeño para quienes tienen contrato definitivo en caso de que reprueben.