Aseguran que no resistirían.
De ser obligados a pagar los 343 millones de euros con que se les multó por supuesta evasión de impuestos, los diseñadores Domenico Dolce y Stefano Gabbana tendrán que cerrar sus tiendas de manera definitiva. "Cerramos, ¿qué quiere que hagamos? Cerramos. No podremos resistir. Imposible", indicaron los modistos en una entrevista al diario italiano Corriere Della Sera. El pasado 19 de junio, un tribunal de Milán condenó a los diseñadores a un año y ocho meses de cárcel por un delito de evasión fiscal cercano a los mil millones de euros. En días pasados, la firma italiana había cerrado sus tiendas "por indignación" ante la pena impuesta por las autoridades.