Emocionadas por estar en México. (El Universal)
El brasier es la prenda más importante en el vestuario de cualquier mujer, más allá de ser una pieza coqueta y sensual, significa la diferencia entre una vida saludable o una serie de padecimientos como el cáncer de mama. Por esa razón, Molly Hopkins y Cynthia Richards decidieron poner su propio negocio de lencería para chicas gruesas que no encuentran su talla indicada o que simplemente ignoran cuál sería.
"Desde que Oprah Winfrey dijo que usar el brasier correcto te haría perder kilos, se nos ocurrió que debíamos crear los modelos adecuados para aquellas que no están contempladas en la industria de la lencería", narró Richards.
Según estas empresarias de Atlanta, la lencería comercial no contempla a las mujeres con cuerpos gruesos y grandes. "Usamos tallas equivocadas porque no hay opciones que realmente sean las indicadas para nosotras", explicó Hopkins, quien está emocionada por estar en México.
"Esta noche quiero comer comida mexicana, es la única razón por la que me estoy portando bien", dijo la vendedora a una representante de Bio, canal en donde se transmite la serie Divas Double D, que termina su primera temporada este domingo a las 23:00 horas, en nuestro país.
El éxito de estas diseñadoras de lencería llegó cuando las cámaras entraron a su tienda y se pudieron conocer las historias que llegan a la tienda Livi Rae Lingerie, como la de la mujer con el busto más grande.
Y aunque las historias son muchas, ellas aseguran nunca juzgar a nadie, ya que siempre están dispuestas a ayudarles a encontrar su belleza interior, a través de esta prenda íntima. "Usualmente lo primero que nos ven son los ojos, lo segundo es el busto", dice Richards.
"A veces es algo muy duro ayudarles a encontrar la pieza perfecta, porque depende de cada persona y lo que piense de sí misma. A veces conocemos personas que nunca se han sentido bellas", dice Cynthia.
Y entre que son terapeutas, vendedoras y diseñadoras, también son doctoras. "A mí me dio melanoma hace tiempo, así que cuando veo una mancha rara en algunas de las clientas de inmediato les aconsejo que visiten al doctor", comentó la rubia.
"También hemos detectado algunas protuberancias, sobre todo cuando les estamos acomodando los brasieres, y entonces preguntamos si es que se han hecho alguna mastrografía. Para nosotras es importante la prevención de cualquier enfermedad", señaló Molly.
Ambas aseguraron que, hasta el momento, nunca le han fallado a una cliente. "No importa la situación en la que estemos, Cynthia y yo siempre buscamos la manera para resolver el reto", dijo Hopkins.
El precio por un brasier confeccionado por ellas oscila entre 60 y 70 dólares, aunque algunos pueden costar hasta 100. "Las mujeres debemos de invertir en estas cosas".