Algunos socios quieren simplemente desprenderse del equipo para dejarlo en manos de quien tenga capacidad económica de administrarlo, otros no quieren dejar ir a los Zorros sin llevarse entre 1.5 y 2 millones de pesos a su bolsillo. (Archivo)
Es una historia larga. Repetitiva. Cuando de directiva se trata, una palabra define la vida del Atlas: división. Y eso es precisamente lo que amenaza la vida institucional del equipo, de cara a la asamblea extraordinaria que este lunes podría definir, en Colomos, la venta del equipo de Primera División, pero que también podría acrecentar la crisis.
La reunión del martes pasado se declaró oficialmente en receso, para continuar el 25 de noviembre, a partir de las 17:00 horas. Aquel día, con los 124 socios activos presentes en el auditorio rojinegro, quedó claro que en el club existen grupos marcados y que cada uno defiende sus propios intereses.
Como resultado de eso, se rechazó una oferta de 500 millones de pesos y se pidió más dinero. Los dirigentes pretenden 50 millones de dólares, más IVA, para ceder la franquicia que todavía milita en el máximo circuito, con serios problemas de descenso, además de los derechos federativos del primer equipo y las acciones que tienen los Zorros en el Estadio Jalisco.
Se dio como lapso estos días para conocer si el interesado en comprar al Atlas se atreve a pagar más por el equipo. Caso contrario, sería el inicio del final. La directiva se quedaría con el conjunto de futbol, que arrastra una deuda de 380 millones de pesos, que crece mes con mes.
Ante la incapacidad de pago, ese pasivo provocaría, según allegados a la actual presidente que encabeza Eugenio Ruiz Orozco, la declaratoria de banca rota, algo que amenazaría la vida institucional de los Rojinegros, que podrían así perder sus activos en lugar de venderlos como ahora se pretende.
La división es evidente a todos niveles. Algunos socios quieren simplemente desprenderse del equipo para dejarlo en manos de quien tenga capacidad económica de administrarlo, mientras que otros no quieren dejar ir a los Zorros sin llevarse entre 1.5 y 2 millones de pesos a su bolsillo.
Pero eso no es todo. La disputa por el poder parece cosa de todos los días, pero ahora, esa lucha se ha enardecido. El martes pasado, Eugenio Ruiz Orozco rechazó informar a los asociados el nombre de quien ofrece 500 millones de pesos por el Atlas. Según el presidente rojinegro, las cuatro propuestas que llegaron al final, pasaron ya por filtros de la FMF y de la PGR, para no entregar el equipo a un posible "lavador" de dinero.
La negativa a transparentar el proceso fue vista con ojos de sospecha por parte de la mayoría. Inclusive, un grupo de dirigentes ha pedido la renuncia del actual presidente. Esa solicitud seguramente tendrá eco este lunes.
Así, la división interna amenaza la vida de este club con tradición, pero que no es campeón de liga desde 1951. En el futuro inmediato de Atlas parece haber sólo dos alternativas: la venta para salvar la crisis económica o quedarse en manos de quienes lo han hundido.