Zack Greinke jugará con Dodgers. (AP)
Los jugadores deambulaban por el espacioso vestuario de los Dodgers de Los Ángeles durante la mañana, intercambiando saludos y abrazos, preguntándose unos a otros cómo estaban de salud ellos y sus familias, siempre con una sonrisa por delante. El peso que genera el ser el equipo con la nómina más costosa del beisbol no se apreciaba por ningún lado. A seis semanas del comienzo de la temporada y a ocho meses de la Serie Mundial, habrá mucho tiempo para eso. Justo ahora, a mediados de febrero, en el primer día de entrenamientos, el tema dominante no es lo que este equipo será capaz de hacer, sino poner los cimientos para darse a sí mismos la oportunidad de llegar ahí. "Todas estas expectativas son sólo ruido para mí y para nuestro equipo", dijo el manager de los Dodgers Don Mattingly el martes, el día que debían presentarse pitchers y catchers en el complejo de Camelback Ranch.