Debates. El secretario de Estado de EU, John Kerry, habla en la sesión plenaria de la 43 asamblea anual de la OEA.
Las discrepancias sobre las nuevas formas de abordar el problema de las drogas quedaron patentes en la sesiones plenarias de la 43 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyos países miembros siguen sin un consenso sobre la declaración final.
La asamblea de este organismo hemisférico busca avanzar en el debate sobre una política integral para hacer frente al problema mundial de las drogas en América, sin la expectativa de que se tome una resolución al respecto.
En las exposiciones de ayer miércoles, países como Estados Unidos y Nicaragua reafirmaron su rechazo a una posible despenalización de las drogas, mientras que Guatemala y México hablaron de nuevos enfoques que amparen, incluso, no criminalizar el consumo de esas sustancias en algunos casos. "A los que hablan de legalización (de las drogas) les diré que los desafíos van mucho más allá de un ingrediente", dijo el secretario de Estado de EU, John Kerry, en su intervención.
Reconoció ante el pleno de la reunión la "responsabilidad compartida" de Estados Unidos, el mayor consumidor de cocaína del mundo, en la lucha contra las drogas.