Échale salsa a tus tacos

Cualquier joven mexicano sabe que lo que más rifa de una noche de fiesta son los tacos al pastor que te echas después del bailongo. No hay nada más placentero que el ritual de ir, cansado pero con ganas, a devorar el último bocado de la noche mientras sigues recapitulando con tus amigos cada evento divertido del trip nocturno en el que anden.

Si nos ponemos a pensar sobre este tradicional platillo, podríamos concluir en que los tacos al pastor es de los símbolos mexicanos más representativos de nuestra cultura, ya que todo sobre ellos nos recuerda a nuestro país: la tortilla, la salsa, la piña, la música de banda, el trompo, el taquero, bueno, hasta el mismo puesto donde los compras. Sin embargo, estos tacos tienen su origen en un lugar lejano, muy diferente a nuestra folklórica nación.

Lo que hace que los tacos al pastor sean tan particulares, es la técnica con la que cocinan la carne, al usar el famoso e icónico trompo, sin embargo, es precisamente ésta la que viene de fuera. Esta técnica fue inventada para hacer el Doner de Turquía, que consiste en carne de cordero servida en un plato con vegetales a un lado. Lo sé, más aburrido no puede ser.

No obstante, gracias a la creatividad e ingenio de un hombre, El Doner fue modificado a principios de los 70. El legendario comerciante Kadir Norman, mientras vivía en Alemania, pensó que la mejor opción para servirles este famoso platillo a los apurados berlineses, sería envolviéndolo en un delgado pan para que lo pudieran comer rápido o en el camino. Esta recreación del platillo tomó el nombre de Kebab, y gracias a que Norman resolvió muchos de los problemas del hombre moderno al poder comer “cómodamente” un rico platillo mientras se camina, éste se hizo muy popular, expandiéndose por el mundo. Éste platillo contemporáneo se fue adaptando a distintas culturas, por lo que nacieron distintas versiones como los Gyros de Grecia o el Shawarma árabe.

Así es, los tacos al pastor tienen origen turco, quien lo hubiera dicho, pero no se alarmen, porque todos los detalles con los que adornamos a este platillo, terminó haciéndolo muy mexicano. En nuestro país, gracias a que los inmigrantes judíos introdujeron este platillo y a que somos tan buenos para darle un toque bien buena onda a todo lo que nos gusta, se “mexicanizó” el práctico producto; primero se le cambió la carne de cordero por carne de cerdo, luego se marinó con especias nacionales como el achiote, vinagre y chiles, se sirvió como taco, y al final, para darle el sello distintivo, se le agregó piña.

Ya entrados en el tema y considerando la grandiosa contribución de Kadir Norman al mundo culinario, éste bien podría ser el padre de los tacos al pastor, ya que sin su aportación, probablemente no tendríamos la dicha de disfrutar de una buena orden de estos tacos, o aún peor, de una famosa gringa.

Lamentablemente, el mercader turco falleció recientemente a los 80 años de edad, así que, como homenaje, estaría bueno que esta noche nos vayamos a comer unos tacos con amigos en algún puesto o local de por ahí, agradeciéndole hasta el más allá, por el preciado cambió que hizo a lo que terminó originando esta preciada botana.

º Se popularizaron en los Juegos Olímpicos de 1968.

º “La gringa” nació de la idea de que los estadounidenses prefieren la tortilla de harina a la de maíz.

º Un trompo puede llegar a pesar hasta 150 kilos.

º De un trompo de 100 kilos se sacan 3,636 tacos.

º Cada taco al pastor contiene 92 calorías.