Acoso. El alcalde Bob Filner tuvo que renunciar antes las acusaciones de acoso sexual a subordinadas.
El alcalde de San Diego Bob Filner deja el cargo en desgracia en medio de acusaciones de acoso sexual y muchas preguntas irresueltas, entre ellas: ¿cómo alguien que admitió haber maltratado a las mujeres por tantos años pudo haber sobrevivido en la política por tanto tiempo?
El excongresista, que cumplió diez mandatos, dejó el cargo ayer viernes, menos de nueve meses después de iniciar su mandato de cuatro años y una semana después de haber dado un desafiante discurso de despedida en el cual el otrora defensor de los derechos civiles dijo ante el Concejo Municipal que era una víctima inocente de una "turba enardecida". Sólo Filner y posiblemente un pequeño círculo de asesores saben cómo su comportamiento pasó sin ser detectado y no han dicho nada.
Empero quienes lo conocen dicen que habría estado más expuesto como líder municipal de la octava ciudad más grande del país que como un legislador que trabajaba en la relativa obscuridad. Su comportamiento también habría empeorado después de ser elegido alcalde. Hace dos meses, una exconcejal declaró que el funcionario no estaba apto para desempeñar el cargo y afirmó que el alcalde le había pedido a la mujer que trabajara sin ropa interior.