Educación. La importancia de las bibliotecas públicas es fundamental.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), México cuenta con 13 mil 308 bibliotecas en todo su territorio, de todo este universo sólo 228 son especializadas, lo que representa el 1.71% de ese total. Más allá de que sean pocas y dependan de instituciones académicas, públicas o privadas, sean centros de investigación o posean un carácter federal, se trata de importantes reservorios que se localizan, casi en su totalidad, en la capital del país y su área metropolitana.
Estas instituciones que en general son bibliotecas públicas, a disposición de investigadores mexicanos y extranjeros, representan un lugar de encuentro con la lectura y son espacios importantes para el fomento de la investigación documental.
Sin embargo, si nos apegamos a los datos, éstos no son nada halagüeños, según la Encuesta Nacional de Lectura 2012, realizada por la Fundación Mexicana para el Fomento de la Lectura A. C, la asistencia de visitantes a las bibliotecas disminuyó en más del 17% comparado con la Encuesta Nacional de Lectura 2006.
Braulio González, vicerrector de Planeación de la Universidad del Claustro, asegura que las razones posibles de ese decremento tiene que ver con el mayor acceso que la gente tiene al uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación; pero también con que una biblioteca no sólo debe ofrecer muchos libros, sino títulos que la gente necesite.
La accesibilidad ha sido estudiada por el Inegi en la Encuesta Nacional sobre disponibilidad y uso de Tecnologías de la Información en los hogares, realizada en 2012, en la que se desprende que el 48% de los usuarios de Internet realiza sus consultas fuera del hogar y las bibliotecas son óptimos espacios para proponer este tipo de desarrollo intelectual.
El mismo Braulio González asegura que las bibliotecas públicas son el primer nivel de acceso a material bibliográfico básico, allí hay información y cultura general, historia de México, literatura mexicana y libros infantiles que son muy valiosos, pero su nivel de especialización es limitado. "se tendría que pensar en acervos más especializados", dice.
Ante ese panorama, la importancia de las bibliotecas públicas es fundamental, pero también son centrales las bibliotecas especializadas que existen en México. Hace unos días, 40 de las más importantes bibliotecas o centros de investigación en Humanidades se dieron cita en la tercera "Expo de Investigación Documental", organizada por la Biblioteca Sor Juana Inés de la Cruz, de la Universidad del Claustro.
Cinco de esas bibliotecas especializadas, la Biblioteca Daniel Cosío Villegas de El Colegio de México; la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia Dr. Eusebio Dávalos Hurtado; la Biblioteca Ernesto de la Torre Villar del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora; la Biblioteca y Centro de Documentación de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía; y la Biblioteca Sor Juana Inés de la Cruz, de la Universidad del Claustro, son ejemplo de centros de investigación a nivel mundial.
RADIOGRAFíA PARA EL INVESTIGADOR ¿Qué contienen las bibliotecas especializadas en humanidades?, ¿qué tipo de usuarios reciben?, ¿son bibliotecas públicas, privadas o universitarias?, son algunas de las preguntas a la que dan respuesta los responsables de estos espacios que resguardan acervos muy valiosos y se encuentran a la vanguardia en materia bibliotecaria.
Carlos Arellano, subdirector de la Biblioteca del Instituto Mora, asegura que el acervo de este espacio creado en 1971 se fue especializando de acuerdo a las necesidades del doctorado y las cuatro maestrías y la licenciatura, casi todos en historia, sociología y estudios regionales. "Nuestra biblioteca está considerada entre las diez más importantes de su tipo en el país e incluso tiene reconocimiento internacional", asegura.
Actualmente esta biblioteca resguarda más de 166 mil volúmenes en formato papel en una torre de cuatro pisos, y 250 mil libros en formato digital; cuentan diez mil volúmenes en su Fondo Antiguo, que fue conformado por el Fondo José Ignacio Conde, donde hay libros desde el siglo XVI y hasta el siglo XX.
La biblioteca de El Colegio de México, creada en 1940 y con especialidad en ciencias sociales y humanidad, administración pública, literatura, lingüística, economía, estudios internacionales, historia, política y sociología, es, según Valentín Ortiz Reyes, bibliotecario del área de Relaciones Internaciones, la más importante en América Latina en materia de ciencias sociales y humanidades.
"Tenemos más de 700 mil volúmenes entre cuestiones geográficas, de América Latina, Europa, Asia y África, una de las peculiaridades de la biblioteca es que cuenta con 21 bibliógrafos, hay un bibliógrafo especialista por cada centro de estudios", señala Ortiz Reyes sobre este recinto que posee unos 8 mil títulos de revistas, además de 170 bases de datos arbitradas, que son igual que todo su acervo, de acceso abierto para la comunidad de El Colegio de México y para los visitantes e investigadores.
Otra de las grandes bibliotecas especializadas y sumamente ricas que tiene México es la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, que tuvo su origen en 1825 con la creación del Museo Nacional. Allí, en la planta alta del Museo Nacional de Antropología, se resguardan códices y álbumes fotográficos que están registrados en el programa de Memoria del Mundo de la UNESCO.
Está especializada en historia, antropología, arqueología, lingüística, etnohistoria y ciencias afines. "En el Acervo general contamos con cerca de 56 mil títulos; en el Archivo Histórico tenemos documentos del siglo XVI al siglo XIX; un Fondo Conventual con más de 19 mil libros desde el siglo XVI; y por supuesto los 95 Códices originales que es nuestro mayor tesoro", señala Genaro Díaz Fuentes, uno de los bibliotecarios.
Con menos historia, pero con la misma conciencia de que las bibliotecas son espacios fundamentales para la investigación documental para investigadores, estudiantes y público en general, está las bibliotecas de la Escuela Nacional de Conservación, que se especializa en arte, restauración de bienes muebles e inmuebles, metales, textiles, cerámica y cualquier otro bien histórico, que es joven pero resguarda más de 45 mil volúmenes; así como la Biblioteca Sor Juana Inés de la Cruz, con un acervo de 60 mil volúmenes, 10 mil de ello de gastronomía -su especialidad-, y una videoteca con 2 mil títulos.
Braulio González, vicerrector de la Universidad del Claustro, concluye: "La mayor parte de estos centros de investigación o de bibliotecas especializadas se encuentran en el Distrito Federal, tenemos un desafío importante ¿cómo hacemos llegar a las comunidades universitarias de las distintas partes de la República los acervos?"
Para saber
Grandes acervos por explorar.
⇒ Daniel Cosío Villegas. Del Colegio de México. Más de 700 mil volúmenes, 8 mil títulos de revistas y 170 bases de datos.
⇒ Nacional de Antropología e Historia Dr. Eusebio Dávalos Hurtado. Cerca de 56 mil títulos en el acervo general; 19 mil libros en el Fondo Conventual y 95 Códices originales.
⇒ Ernesto de la Torre Villar. Del Instituto Mora. Más de 166 mil volúmenes en formato papel en una torre de cuatro pisos, y 250 mil libros en formato digital.
Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía. Más de 45 mil volúmenes.
⇒ De la Universidad del Claustro. 60 mil volúmenes, de los cuales son 10 mil de gastronomía y una videoteca con 2 mil títulos.