Corría el verano de 2011 cuando Pep Guardiola, bien conocido por su inteligencia emocional y estupendo manejo de vestidor entre tanta "estrella" del conjunto barcelonista, incitado y acompañado por un hombre de negocios exitoso como Sandro Rosell, quien en ese entonces ya fungía como presidente del FC Barcelona, analizaban insistentemente el resultado que le podría dejar al equipo el fichar a un jugador como Neymar, pero para esto, no estarían solos.
En ese mismo verano, la Copa América se disputaría en Argentina, y por supuesto, las selecciones "favoritas" para alzarse con el campeonato, la brasileña y la albiceleste, contarían con sus mejores hombres, entre los que estarían Dani Alves y Neymar, por el lado de Brasil, y Leo Messi, por el lado de los anfitriones.
Dani Alves ha sido uno de los personajes clave en el 'enamoramiento' entre el Barça y Neymar. El lateral brasileño siempre ha confiado en la calidad del ex delantero del Santos y su esperanza había sido, hasta hoy, algún día jugar junto a él en el Camp Nou. En las concentraciones de la selección 'canarinha' para ese torneo, se convirtió en su mejor amigo, en el gran confidente de Neymar, al que le habló maravillas del conjunto azulgrana y de la ciudad de Barcelona. El jugador del equipo blaugrana, uno de los tipos más listos que hay en la plantilla de Vilanova, no se le pasa una, vio desde el principio muy claro que la llegada de Neymar estaba vinculada directa o indirectamente a un "ok" de Rosell y de Messi, segunda pieza clave en este caso.
En cuanto a Messi, Alves no se limitó nunca en hablarle maravillas de Neymar. En esa edición de la Copa América, y aprovechando que estaba las 24 horas del día junto a su compatriota del Santos, Dani llamó a Leo para propiciar una conversación telefónica entre el crack del Barça y Neymar, la primera conversación entre ambos. Lo anterior propició un encuentro personal, que si bien fue breve, también resultó suficiente, sobre todo para el brasileño, que si hasta entonces hablaba maravillas del '10' del Barça, ahora lo tiene en un pedestal y se declara seguidor suyo y hasta aprendiz. Todo esto fue el primer paso de esta "novela".
Por ese entonces, la prensa mundial especulaba en demasía sobre el futuro del brasileño, por lo que Florentino Pérez y José Mourinho, ávidos de buenas noticias en el conjunto madridista, enviaron a los médicos del Real Madrid a Brasil, para realizarle exámenes a Neymar, por lo que también "cocinaban" el probable fichaje "bomba" del verano, sin embargo, nunca imaginaron lo que sus homólogos blaugranas tenían entre manos.
Sandro Rosell, como general sabio que se abastece de su enemigo, al conocer las intenciones de "la casa de enfrente", no se podía quedar atrás, y al más puro estilo de "el arte de la guerra", manipuló, en ese mismo 2011, un encuentro con Neymar a través de sus amigos.
Rosell llamó a su amigo, sí, su amigo Ronaldinho, al que había fichado ocho años antes, y le pidió que transmitiera un mensaje a Neymar: "Dile que quiero conocerlo y que le pago un avión a Miami". El joven futbolista del Santos accedió y viajó, acompañado de su padre, a la ciudad norteamericana, por lo que el presidente blaugrana preparó, literalmente, una emboscada para el día de su entrevista con el brasileño.
Tres sorpresas le esperaban a la nueva contratación del Barcelona aquel día. La primera fue un ofrecimiento para irse a jugar al Barça, y ante las maravillas que había escuchado del club por parte de Dani Alves, esto era oro puro para el jugador. La segunda no fue menos atractiva, y fue una jugada maestra digna de Leonel Messi, quien precisamente le hizo el favor al presidente de llamar en ese momento a Neymar para decirle que le encantaría jugar con él. La puesta en escena de Rosell terminó con Ricardo Teixeira, en ese entonces presidente de la Confederación Brasileña de Futbol y amigo de Sandro, quien apareció en la habitación del hotel donde tuvo lugar la reunión. "Me alegro mucho que juegues en el Barça porque es muy bueno para Brasil", le dijo.
El padre y agente de Neymar dijo a Rosell que su hijo tendría que pasar por un reconocimiento médico, pero Sandro lo interrumpió súbitamente diciéndole que no hacía falta: ya lo había pasado con el Real Madrid, así que sellaron el acuerdo. Esto me hace recordar el mismo libro de Sun Tzu y la paradoja que cita "si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas".
El Barça pagó entonces 10 millones de euros, pero el jugador podría continuar dos años más con el Santos, acordando también que podrían adelantar la fecha de incorporación. Rosell exigió, además, que si cualquier club quería a Neymar, tendría que desembolsar 120 millones de euros.
Hoy todos sabemos la historia, el pasado lunes Neymar fue presentado con el Barcelona como la contratación "bomba" del verano, pero lo que me sigue sorprendiendo es lo bien que el club, a través de todo el complot preparado por Alves, Rosell, Messi y Teixeira, le vendió la identidad, el amor y la pasión por el mismo al brasileño, quien en su presentación dijo: "era un sueño para mí jugar en el mejor equipo del mundo y con el mejor jugador: Messi. Vine para ayudar a que Lionel siga siendo el mejor del mundo".
Así es como se negocian los jugadores en el futbol europeo, además del "tú pides tanto y te doy tanto", existe un juego de seducción para atraer al jugador. En el futbol mexicano pasa lo contrario, parece que muchos clubes y sus dueños se empeñan en alejarlos, por lo que, le diría a estos mismos dueños: aprendamos "el arte de la guerra".
E-mail: robertorodriguez_1@hotmail.com
Twitter: @tobelaguna