El Bajío saca ventaja al Norte

Por su ubicación geográfica, infraestructura, mano de obra calificada y condiciones de seguridad pública, el Bajío es hoy la zona de crecimiento económico más acelerado, por encima de los estados de la frontera.

En el diagnóstico coinciden la Secretaría de Economía y el despacho FTI Consulting, que respaldan el análisis recientemente publicado por la consultora estadunidense Stratfor, la cual ubicó al Bajío como el nuevo centro manufacturero en el país, impulsado principalmente por las industrias automotriz y aeroespacial.

"Con el crecimiento de la economía del país, un núcleo secundario de fabricación ha surgido en las tierras bajas centrales, también conocidas como el Bajío", describe Stratfor, que atribuye el despunte de la región a su mano de obra calificada, su seguridad, su favorable situación geográfica y su infraestructura.

La Secretaría de Economía incluso advierte que el Bajío es hoy la zona industrial de América Latina con el más rápido crecimiento y los números respaldan la apreciación: en Guanajuato la inversión extranjera directa creció 305% en los últimos tres años y 35% en Querétaro, que concentró el mayor volumen de capital foráneo de la zona en 2012 al captar 529.9 millones de dólares.

En comparación, todas las entidades de la frontera han tenido caídas en su inversión extranjera entre 2010 y 2012, a excepción de Tamaulipas, donde creció 39.4%. El avance económico del Bajío además ha dado impulso a otras ramas industriales como la construcción. Luis Zárate Rocha, presidente de la CMIC, aseguró que la expansión de la industria aeroespacial, automotriz y la de alimentos, entre otras, ha provocado una importante demanda de habitación, por lo que es de prever que en el Bajío se ubicará alrededor de la tercera parte de las viviendas que se construirán en el país.

 LA SEGURIDAD, UN FACTOR DETERMINANTE

Con Guanajuato y Querétaro a la cabeza, en los últimos tres años esta región ha mostrado una recuperación económica mucho más acelerada que el norte, "afectado más por inseguridad", dice Sergio Díaz, de la consultora FTI Consulting, que desde 2007 elabora cada año un índice de seguridad para la inversión en 19 países de América Latina, en el cual México ocupa el 5o. lugar, como uno de los países más inseguros y de mayor riesgo.

El peor año fue sin duda 2009, dice, pues hubo una combinación de factores que afectaron la inversión en todo el país: la crisis económica mundial, la influenza y la inseguridad, que tuvo sus peores años entre 2009 y 2011.

Sin embargo, aclara, tampoco hubo una salida masiva de capital. Es decir: "La percepción de inseguridad sí afectó, hubo inversiones canceladas o que se pospusieron, pero el impacto no fue brutal. El país siguió siendo competitivo, pese a la inseguridad".

Díaz admite, sin embargo, que sí hubo zonas más afectadas en su economía, como el norte. "Las inversiones no llegaron a esa zona como en el pasado, pero los capitales no se fueron del país. Se trasladaron algunos al Bajío y en la decisión sin duda pesó el tema de la seguridad, pero también de infraestructura y ubicación geográfica estratégica".

Los números de FTI Consulting, sin embargo, dan cuenta del peso de los índices de seguridad en la favorable clima de negocios que han alcanzado las entidades del Bajío. Dice Díaz: "Guanajuato, Querétaro y Aguascalientes concentran 7.55% de la población del país, pero sólo reportaron 1.28% del total de los asesinatos vinculados al crimen organizado en los últimos siete años.

En las entidades de la frontera, en cambio, ocurrieron 45% de los asesinatos relacionados con el crimen organizado, entre 2006 y 2012, de acuerdo con el Atlas de la Defensa y la Seguridad en México, que elaboraron los investigadores Sergio Aguayo y Raúl Benítez Manaut.

No sólo eso, agrega Sergio Díaz. "El Bajío también está por debajo de la media nacional en delincuencia común, secuestro, robo de automóvil y algo muy importante: allí no se ha desarrollado un mercado de consumo de drogas duras". Por todo lo anterior, agrega, los inversionistas ahora ven en el Bajío una opción, lo que ha impulsado allí una recuperación económica más acelerada que el norte a partir de 2010, de acuerdo con FTI Consulting.

 CRECIMIENTO SOSTENIDO

Stratfor, sin embargo, advierte que el crecimiento de los estados del Bajío no es reciente y se extiende durante el sexenio anterior. De acuerdo con la consultora estadunidense, mientras en Baja California, Coahuila, Chihuahua, Sonora, Nuevo León y Tamaulipas hubo 4% menos fábricas entre 2007 y 2011, en Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Jalisco el número creció 12% en el mismo periodo.

Stratfor observa además una "tendencia similar" en la inversión extranjera. Su análisis consigna que en el Bajío aumentó 126% entre los periodos 1993-2002 y 2003-2012, al pasar de 7.2 mil millones dólares a 16.3 mil millones dólares.

En comparación, en los estados fronterizos aumentó 68% durante los mismos periodos, pues pasó de 32.9 mil millones de dólares a 55.2 mil millones.

Stratfor aclara que esto no quiere decir que las fábricas de la frontera han mudado hacia el Bajío, sino que las nuevas empresas que buscan entrar en el mercado de Norteamérica, especialmente europeas y asiáticas, se instalan cada vez más en esa región.

Por ello asegura que en esta región el sector manufacturero crecerá en importancia en los próximos años, aunque no reemplazará del todo las entidades de la frontera, que siguen concentrando los montos más elevados de capitales de inversión.

La manufactura en el Bajío, advierte Stratfor, no sustituirá la actividad en la frontera, pero dará a México una oportunidad de desarrollarse de manera más uniforme y sostenible.

En el diagnóstico coincide Sergio Díaz, de FTI Consulting. "Toda la región del Bajío tiene indicadores muy positivos. Es una combinación de factores que ha permitido el despegue de la región, entre ellos: la madurez económica del país y su comercio internacional a partir del TLCAN, las importantes inversiones en infraestructura de los gobiernos federal y locales, así como una buena política de fomento a la inversión y el menos malo de los escenarios en seguridad".

El norte, en cambio, ha tenido problemas no sólo por la seguridad, sino la concentración de población, en comparación con el centro. "No es tan fácil encontrar trabajadores. La industria automotriz en Nuevo León, por ejemplo, ha tenido problemas para encontrar mano de obra calificada y enfrentar sus necesidades de producción".

Pero no hay que confiarse, recomienda: "Un foco ámbar en la zona es el incremento de delitos como la extorsión y la delincuencia común, el pandillerismo. En León se encuentra una de las colonias ubicadas entre las más peligrosas del país y, aunque no hay un mercado de drogas duras, sí ha crecido el consumo de solventes".

No es delincuencia de alto impacto que afecte las inversiones o el ánimo de los empresarios extranjeros, admite. Sin embargo, hay que estar atentos, recomienda.