El centro como punto de encuentro
Las ciudades fueron construidas para ser habitadas. La arquitectura de sus edificios y la distribución de sus espacios públicos dan muestra de lo importante que resulta la planeación urbana. El Centro Histórico es el corazón de la urbe, conecta los espacios recreacionales con los edificios de mayor importancia histórica. Iniciemos un recorrido por las calles de Durango, una ciudad que ha transformado el modo de vida de sus habitantes gracias al plan de rescate urbano que desde hace más de siete años se ha venido realizando.
El país está viviendo un proceso de crecimiento continuo. Las ciudades van extendiéndose cada vez más rápido y la mancha urbana se incrementa sin una planeación estratégica.
El proceso de urbanización va trayendo consigo percances en la distribución de los espacios. Las personas salen a caminar por las calles donde se reconocen, las historias se cruzan y la ciudad se convierte en parte integral del ejercicio de la ciudadanía.
El Centro Histórico es un espacio vital donde se desarrolla gran parte de la vida cultural, política y comercial de un municipio. Durante los últimos años varias ciudades en México han legislado, invertido y trazado políticas públicas sobre este tema, con el objetivo de reconstruir o renovar la arquitectura de los inmuebles y edificios que lo integran.
Ejemplo de esta experiencia es la ciudad de Durango, que desde 2004 inició un proyecto de rescate de Centro Histórico, que no sólo ha transformado la imagen del espacio público, sino que ha logrado mediante la fusión de programas turísticos y culturales, mejorar la calidad de vida de sus habitantes, generando una importante derrama económica a través de programas culturales y turísticos.
Según el subsecretario de planeación y desarrollo turístico, Javier Covarrubias Gurrola, el rescate que se ha realizado podría ser clasificado en tres grandes secciones: los edificios con un valor histórico rescatados, los edificios que han sido iluminados y las construcciones que han sido remozadas, aunque no necesariamente tengan un valor histórico, con el objetivo de homogeneizar su arquitectura.
PRIMERAS ACCIONES
Los comienzos deben ser inaugurales, por ello las primeras instrucciones que se llevaron a cabo para la transformación del corazón de Durango, fueron desarrolladas por la secretaría de comunicaciones y obras públicas del estado, que se encargó de realizar cambios «de la noche a la mañana» en puntos estratégicos del centro, plazas, jardineras y señalización.
“Las mejoras se llevaron a cabo prácticamente de un día para otro, como ocurrió con la Plaza San Agustín. El plan era que las acciones fueran iniciadas por la tarde o noche para que al día siguiente la gente detectara un cambio radical”, comenta Javier Covarrubias.
Sin embargo, esto sólo fue el inicio. Después se desprendieron proyectos en los que se procedió con mayor detenimiento. Incluso, el trabajo en algunos edificios ocupó varios meses. “Con los primeros cambios realizados en menos de 24 horas, buscábamos que la gente se diera cuenta de que algo nuevo estaba ocurriendo, que dijeran «Mira, ayer estas áreas verdes y jardines no estaban aquí»”.
De acuerdo a datos proporcionados por la secretaría de turismo del estado, en 2004 todos los trabajos de restauración y remodelación, fueron realizados con recursos estatales, y para 2005, Durango firmó un convenio con el gobierno federal que le permitió bajar recursos para llevar a cabo un plan integral de rescate de Centro Histórico.
“Antes de iniciar estas labores, el sector hotelero ya había tenido un acercamiento algunas autoridades, con miras a que se le diera un impulso al turismo en la ciudad. El Centro Histórico tenía un rezago muy grande y estaba muy deteriorado”.
La restauración se ha ido trabajando en diferentes etapas. Una de ellas consistió en reconstruir la arquitectura original de los edificios más representativos con la intención de generar una imagen homogénea y reforzar la identidad de un Durango con un rico pasado colonial. Así es como se ha ido gestando todo un proyecto de rescate integral.
Otra de las piezas clave fue tomar en cuenta a los sectores involucrados, tales como el hotelero, que resultó ser una pieza clave al reconocer la necesidad de tener un Centro Histórico digno. En 2005, comenzaron a trazarse distintos proyectos para rescatar diferentes manzanas del centro.
La primera parte se enfocó en la Plaza de Armas, símbolo de la identidad durangueña, cuyo kiosco de cantera rosa, custodiado por unas águilas de bronce al final de sus columnas dóricas, es el escenario de una serie de edificios históricos como la Casa de las Tres Rosas, considerado el primer edificio afrancesado de la ciudad, o el Palacio de las Lágrimas, además de los caserones coloniales de vocación comercial, financiera y gastronómica, que ven desfilar hasta altas horas de la madrugada, a cientos de personas.
Después, partiendo de ese lugar céntrico, las siguientes obras se realizaron sobre las calles Juárez, 5 de febrero y la avenida 20 de noviembre. El convenio que se logró concretar con la secretaría federal de turismo, permitió la inversión de recursos federales, que más allá del remozamiento arquitectónico, detonaron el crecimiento, la calidad y diversidad de un comercio naciente.
“Hoy día tenemos una gran cantidad de edificios rescatados, remozados e iluminados. Hay un área del Centro Histórico que ya tiene cableado subterráneo, lo cual nos ayudó muchísimo a limpiar la imagen, es decir, la parte estética de las calles. También contamos con iluminación sobre la banqueta. No obstante, aún no hemos terminado. Tenemos pensado continuar instalando el cableado subterráneo en otras calles, para limpiar aún más la imagen del centro”.
CAMINANDO POR TRAMOS
En Durango, el tema del ambulantaje había sido solventado desde hace años, anteriormente se había trabajado en la reubicación del comercio informal a las áreas que fueron designadas para ello. De esta forma, uno de los puntos que se atendieron durante el proyecto de rescate, fue el relacionado con la contaminación visual y los edificios «discordantes», cuya arquitectura contrastaba con el resto, dado que en una misma calle podían encontrarse edificios de época y contemporáneos.
Antes de que se iniciaran las acciones, no se tenía una visión para homologar la arquitectura del Centro Histórico, y sin este reconocimiento de la necesidad tampoco se podían gestionar los recursos para comenzar a trabajar. En palabras del subsecretario de planeación y desarrollo turístico “Hay un camino a seguir a la hora de trabajar con los edificios que están protegidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), pues rescatar una fachada implica una negociación entre particulares, estado y federación”.
Por ejemplo, cuando se decide poner cableado subterráneo se necesita llegar a un consenso con las empresas que tienen instalaciones de cables, como es el caso de la telefonía, televisión por cable y servicios de abastecimiento de energía eléctrica. “Es un proyecto de mucha conciliación con particulares y empresarios, porque unos son los dueños de las casas y otros quienes tienen que ver con estas instalaciones”.
Asimismo, puntualiza que el tema del cableado subterráneo es complejo, dado que los tiempos de la obra civil son distintos en cada caso. Se tienen que abrir las banquetas, instalar los ductos, obtener las dimensiones de las cavidades, medir los registros donde se van a instalar los transformadores subterráneos, entre otras cosas.
Otro de los puntos que se abordaron durante el rescate del centro fue el proyecto “Durango Ciudad Legible”, cuyo objetivo fue homologar la señalización y conductividad turística, que buscó marcar los sitios de interés turístico, histórico, cultural y recreativo, así como orientar a residentes y visitantes mediante la implementación de paneles conductivos peatonales, vehiculares y de nomenclatura autoestables y adosables.
El sistema “Ciudad Legible” se enmarca en el Itinerario Cultural Camino Real de Tierra Adentro, reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
La gama cromática deriva de colores arena, apagados, no discordantes o chillantes con la cantera y demás elementos del Centro Histórico. Javier Covarrubias menciona que quizá antes de las acciones los edificios que no se apegaban a esta normatividad podían pasar desapercibidos porque había desorden, pero a raíz del rescate se inició un reordenamiento del Centro Histórico.
Otro de los aspectos que se cuidaron dentro de esta parte de la propuesta, fue la imagen de los negocios y franquicias extranjeras. Al inicio había quienes sí respetaban la regla de poner el nombre de sus negocios en letra de latón, con las características y dimensiones que solicita el INAH para el Centro Histórico. Sin embargo, a partir de 2004 comenzaron a llegar otras cadenas de negocios a Durango, y dado que la mayoría de los comercios ya estaban alineados a las especificaciones del INAH, los recién llegados entendieron la idea de crear una imagen homogénea. Además, si alguno se quería ir por la libre resultaba notorio y al final terminaba por aceptar las reglas.
En 2005, Durango realizó una inversión estatal de 27 millones 500 mil pesos, recibiendo un apoyo federal de 13 millones 750 mil pesos. Para 2011, la inversión estatal fue de 42 millones, mientras que la federal fue de 42 millones 300 mil pesos. Finalmente, en 2013, la inversión histórica dentro de sus convenios a nivel estatal fue de 65 millones 350 mil pesos, aunados a los 65 millones 350 mil pesos aportados por la federación este año.
En total, durante los últimos nueve años, se ha realizado una inversión (incluyendo los montos estatales y federales) de 541 millones 541 mil 858 pesos.
CORREDOR PEATONAL, NUEVA EXPERIENCIA
Durango presume en su centro, uno de los paseos peatonales más extensos del país, ubicado en la calle Constitución; un espacio amplio, elegante y agradable, con un kilómetro libre de congestionamiento vehicular, que va desde El Jardín Hidalgo, hasta Las Alamedas, con calles adoquinadas donde se pueden apreciar casonas de gruesos portones, marcos y cantera, así como algunos templos.
El paseo cobra vida gracias a una gran oferta de restaurantes, bares, cafés y tiendas de artesanías, dulces y otros productos típicos de la región, que abren sus puertas hasta altas horas de la noche, generando un lugar de encuentro entre ciudadanos que pasean por la calle para disfrutar de una exposición de arte o escuchar un concierto.
La calle peatonal Constitución se creó en un proceso complejo, dado que no se tenía ningún ejercicio previo de este tipo de corredores en la ciudad. Además, el rescate del Centro Histórico vino a detonar muchos otros proyectos que no existían en Durango, ampliando el abanico de oferta turística y cultural de la región.
Durante las negociaciones que se llevaron a cabo con los empresarios para invitarlos a ocupar los espacios disponibles en el corredor peatonal, los dueños de comercios creían que la falta de flujo vehicular no les daría visibilidad con sus clientes. “En pocas palabras su postura era: ‘Mi negocio no va a ser visto’, y resultó a la inversa”.
El camino para concretar esta primera etapa del corredor fue complicado, pero una vez que la obra se ejecutó, la percepción de los empresarios cambió rotundamente, pues terminó por ser un espacio muy concurrido a todas horas del día, lo que se tradujo en un notable incremento de bienes y servicios.
“Hay días en que se registra una gran cantidad de personas transitando por el corredor, como un paseo natural que conecta desde la Plaza de Armas hasta el Templo de Santa Ana. Actualmente, se está trabajando en una segunda etapa del corredor peatonal, que va hasta el Paseo de Las Alamedas, pasando por la Plaza Fundadores”, expone Covarrubias Gurrola.
REACCIONES EN LA ECONOMÍA
Recorrer el Centro Histórico de una ciudad es aprender de su pasado y reconstruirlo a través de una gran cantidad de detalles que nos hablan de la vida, usos y costumbres que forjan la identidad de un pueblo; escenarios de interacción en que sus habitantes crean relaciones y van reforzando sus tradiciones.
El rescate del centro ha provocado un nuevo crecimiento comercial, pues antes de que se detonara la serie de cambios que se han estado desarrollando, no se contaba con tantos establecimientos de cafés, restaurantes, bares, hoteles y tiendas.
“La legislación tiene que prever que este crecimiento sea sustentable y ordenado. Llegará el momento en que el corredor de la calle Constitución se tenga que complementar con algún otro que tenga una oferta distinta”, declara el funcionario.
En otro punto, la iluminación escénica juega un papel fundamental dentro del plan. Esta parte del proyecto se centró en continuar con los trabajos en edificios y sitios históricos mediante sistemas de iluminación, realzando las formas y arquitectura. “Después del rescate se notaba que el centro tenía más vida, porque los arbotantes normales no alcanzaban. Además, tampoco se contaba con iluminación en las banquetas, en edificios, en la catedral y museos.Desde mi óptica, creo que estas obras han venido a darle un giro incluso al comportamiento del uso que se le da al Centro Histórico”, comenta Covarrubias.
El uso de estas áreas se relaciona con los procesos sociales, así como con la riqueza cultural y patrimonial de una ciudad. La conversión de antiguos edificios históricos en museos va recreando una escena social entre los habitantes, incitando nuevos usos para los espacios que antes eran vistos como inmuebles abandonados o en condiciones poco gratas que no promovían su apropiación.
La vocación turística que puede tener un Centro Histórico va despertando inquietudes entre las personas que día a día lo caminan, viven y comparten. Ejemplo de ello han sido proyectos como el recorrido turístico Paseo Túnel de Minería que se encuentra a diez metros de profundidad bajo la Plaza de Armas. Se trata de la réplica de una mina que recorre 280 metros hasta la Plaza del Arzobispado.
La construcción de este museo tuvo su origen en una tradición que dice que en el Durango antiguo había comunicación entre diferentes puntos de la ciudad a través de caminos subterráneos como el de este túnel. “Partimos de esta creencia social, que es del dominio colectivo, para desarrollar este museo. Además, sí es verdad que hay este tipo de comunicaciones en Durango. El museo se habilitó en 2011, con la intención de rescatar esta creencia”.
Otros espacios culturales que enriquecen de manera peculiar la oferta de la ciudad son: el Museo Francisco Villa, la Casa Cultura Banamex “Palacio del Conde del Valle de Súchil”, el Museo de la Ciudad 450, la Galería Episcopal Museo de Arte Sacro, el Museo Regional de Durango, el Museo de Arte Contemporáneo Ángel Zárraga, el Palacio de los Gurza, y el Museo de Artes Populares.
Espacios que incluso han modificado sus horarios de atención, ya que el rescate del centro llevó una afluencia mayor de público a estos recintos, estableciendo nuevos horarios de visita, así como la contratación de personal especializado, quienes ahora están preparados para brindar sus servicios, no sólo a los habitantes de Durango, sino a turistas nacionales y extranjeros, atraídos por el boom de la oferta cultural.
El Teatro Ricardo Castro y el Teatro Victoria; además de la Rectoría de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), el Tribunal Superior de Justicia, la Casa de la Cultura de Durango, la Plaza IV Centenario, la Catedral Basílica Menor, los templos de San Agustín, San Juanita de los Lagos y San Juan de Dios, son destinos turísticos que se replican cada vez más en las redes sociales, como postal de recuerdo de la visita a Durango.
El proceso de inauguración de espacios y remodelación o restauración de los existentes, ha estado sujeto a una especie de evaluación de prueba y error. “Cada vez que se habilita un espacio y las personas comienzan a ocuparlo, nos damos cuenta de qué tan flexibles debemos ser con los horarios que se establecen para las visitas. Algunas veces hemos tenido que ampliarlos hasta la noche, pues conforme pasa el tiempo se incrementa la demanda”.
TRABAJO EN CONJUNTO
La concreción de las acciones que se han emprendido se han tenido que realizar en coordinación con otras áreas, como es el caso de cultura. Por ejemplo, la operación de los museos depende del Instituto de Cultura del Estado de Durango, mientras que algunos otros espacios son administrados por el Organismo Público Descentralizado Denominado “Ferias, Espectáculos y Paseos Turísticos de Durango”, que depende de la secretaría de turismo y que opera instituciones como el Museo de Minería. “Definitivamente hubo un antes y un después. La cantidad de visitantes que actualmente registramos en Durango, es muy distinta de la que tuvimos en 2004 o años previos”.
Sin duda alguna la participación de los empresarios locales ha sido fundamental, ya que ellos han contribuido a lograr todos estos cambios. Covarrubias Gurrola dice que los empresarios han ido modernizando paulatinamente sus instalaciones. Toda la ciudad ha sido testigo del crecimiento que ha tenido Durango, pues las empresas locales familiares se han beneficiado de este despertar en materia turística. Paralelamente, los particulares han mejorado sus instalaciones compitiendo con establecimientos de cadenas nacionales o internacionales.
Un ejemplo que demuestra este crecimiento son las certificaciones de calidad. En el caso del turismo existen dos certificaciones fundamentales, el “Distintivo Moderniza”, que va encaminado a los procedimientos administrativos, y el “Distintivo H”, dirigido al manejo higiénico de los alimentos, que busca disminuir la incidencia de enfermedades transmitidas por alimentos y mejorar la imagen de México con respecto a la seguridad alimentaria. “De no tener a ninguna empresa con este tipo de certificaciones, hoy tenemos a más de 180 compañías que poseen algún tipo de certificación, creo que eso demuestra que hay un despertar en ese sentido”, indica Covarrubias.
Además, se cuenta con registros de personas que han venido a instalar sus negocios procedentes de ciudades como Torreón o Sinaloa. Por otro lado, de acuerdo al subsecretario de planeación, la ocupación hotelera de Durango ha crecido de un 30 a un 45 por ciento de manera estable. “Esta diferencia de puntos porcentuales es bastante, pues se traduce en una gran cantidad de personas que captamos como destino, y que llegan a rentar una o más habitaciones”.
De los 400 mil visitantes anuales que Durango recibía anteriormente, hoy se registran alrededor de 650 mil turistas anuales, entre nacionales y extranjeros. “La estadística nos demuestra que hay un crecimiento positivo. Creemos que las condiciones actuales y el trabajo que se sigue realizando nos permitirá captar una mayor cantidad de visitantes en el futuro”.
¿CÓMO EVALUAR?
La ciudad de Durango tiene una población de 600 mil habitantes y está recibiendo casi al mismo número de visitantes anuales. Para evaluar la percepción de los turistas, se llevan a cabo distintos estudios, entre ellos se encuentra el Estudio del perfil y grado de satisfacción del visitante.
A través de este cuestionario se obtiene información acerca de dónde viene la gente, por qué los visita, si es la primera vez que va a Durango, si lo recomendaría, etcétera. Asimismo, desde hace un par de años se implementó una calificación. “Ahora tenemos un cuestionario con validez científica ante el INEGI, que fue diseñado por el Instituto Politécnico Nacional, a través de un centro de investigación que se encuentra en Durango. Derivado de estos estudios, establecimos los mecanismos para obtener una calificación dada por el turista”.
FESTIVALES CULTURALES
Los festivales culturales han sido un paso importante. El Festival Cultural Revueltas que tiene lugar en el mes de octubre, cuenta con una muy buena trayectoria. Cada edición registra una mayor cantidad de asistentes, muchos provenientes de otras ciudades del país, lo cual genera un importante flujo económico para la industria hotelera y restaurantera.
Otros eventos culturales que ponen este punto de México en la lupa de los turistas, son el Festival de la Ciudad “Ricardo Castro”, el Festival Cultural de la Universidad Juárez del Estado de Durango y el Festival Cultural Semana Santa.
La cultura ha demostrado que puede competir de manera acertada con el común denominador de otros destinos turísticos que ofrecen playas o atractivos naturales. La mayoría de los espectáculos de los festivales se presentan de manera gratuita, muchos en espacios abiertos al público, como calles, plazas y parques, lo que convierte al centro en un foro donde se dan cita artistas nacionales e internacionales.
El papel de Instituto de Cultura del Estado de Durango, ha sido mantener una cartelera que además de presentar exposiciones en los museos y teatros, lleva a las plazas y calles del restaurado Centro Histórico, actividades que invitan al público a apreciar la música, el teatro, la danza y las artes plásticas, mientras caminan por las calles.
QUIÉNES TRABAJARON
De acuerdo a datos del subsecretario de planeación y desarrollo turístico, dentro del proyecto de rescate han intervenido muchísimas personas, incluyendo a los dos colegios de arquitectura y el de ingenieros civiles de Durango, así como integrantes de la sociedad civil y otros grupos.
La restauración del Museo de la Ciudad, ubicado en la avenida 20 de noviembre y calle Victoria, demandó la presencia de especialistas del INAH, el colegio de arquitectos y el INBA. Se siguió un procedimiento muy estricto y al inicio se tomaron algunas fotografías del estado en que se recibió el edificio, lo cual constituye una memoria que hoy día es un referente para los investigadores.
También la restauración de los murales del Museo Francisco Villa, requirió el trabajo de
especialistas, quienes desmontaron el mural de la pared donde se encontraba, y una vez que fueron instalados los nuevos techos, muros y columnas, los restauradores regresaron el mural a su nueva ubicación.
Durango tomó la idea de inscribirse en esta nueva dinámica de rescatar su Centro Histórico, pero al mismo tiempo buscó realizar acciones muy específicas para la ciudad, habilitando atractivos que no se encuentran en otras regiones. Ejemplo de ello es el cine. En 2014, Durango cumplirá sesenta años de trayectoria en este arte. El género western fue uno muy recurrido.
Durante la época de oro del cine duranguense, se hacían entre diez y quince producciones al año, razón por la cual se le dio el nombre de «Tierra del cine» o Movieland.
A la fecha, Durango desarrolla la novena etapa de su programa de rescate. Las últimas obras complementarias a la oferta turística que se han desarrollado, fueron la Plaza Fundadores, la Plaza Hito 450, el Museo Túnel de Minería, el rescate del Barrio de Analco, entre otras.
NUEVOS BRÍOS
El rescate de un Centro Histórico, no sólo significa las mejoras tangibles que puedan generar los programas de rehabilitación de los edificios y de homogeneización de la arquitectura, el rescate también atrae mejoras intangibles, que se ven reflejadas en la ocupación de estos lugares, la cantidad de empleos que se generan al recibir a los visitantes, así como la propagación de un ambiente en el que los habitantes se pueden desarrollar, al mismo tiempo que encuentran una gran cantidad de opciones para su recreación.
Aunado a ello, el Centro Histórico se convierte en lugar de encuentro de las diferentes clases sociales, donde se plantean ideas, percepciones y conocimientos.
Sigamos caminando por los corredores, las plazas y las calles que se han limpiado y restaurado para que nuestra visita sea más acogedora.
Twitter: @diananapoles y @uyohan