Gracias al clima cálido del verano austral, con temperaturas que rondan los 25 grados centígrados, en Río de Janeiro las fiestas se viven al aire libre. (Agencia Reforma)
La propuesta es seductora: ser de los primeros en dar la bienvenida al 2014 (17 horas antes que en México) y disfrutar uno de los espectáculos de fuegos artificiales más vistosos del mundo.
Como cada Nochevieja desde 1983, este año Sidney cuenta con un elaborado programa de actividades al aire libre en torno a los icónicos Puente de la Bahía y la Casa de la Ópera.
Según el portal oficial del evento, se espera que 1.5 millones de personas acudan a las playas de la ciudad a partir de las 18:00 horas para presenciar las acrobacias aéreas a cargo de Matt Hall, ex piloto de la Real Fuerza Aérea Australiana; los juegos de luces durante el desfile acuático Harbour of Light Parade, donde participan 52 embarcaciones, y al punto de la medianoche, el despliegue de siete toneladas de fuegos artificiales que alumbrarán el cielo durante más de diez minutos.
Lo mejor: alguna de las tres fiestas privadas que se organizan dentro del Real Jardín Botánico de Sidney, donde se tiene una vista inmejorable de la bahía y los fuegos artificiales. (www.sydneynewyearseve.com).
RÍO DE JANEIRO
La playa está de fiesta. Gracias al clima cálido del verano austral, con temperaturas que rondan los 25 grados centígrados, en Río de Janeiro las fiestas se viven al aire libre, directamente en las playas. Además, el 2014 será un año especial para Brasil, por lo que esta celebración se adivina todavía más explosiva.
El epicentro será la Playa Copacabana, donde a partir de las 20:00 horas están programados conciertos de samba y rock que pondrán a bailar a las más de dos millones de personas que estarán ahí reunidas.
La tradición carioca sugiere vestir de blanco para atraer la buena fortuna. Recuerda, sin embargo, llevar prendas viejas, pues nadie se salva de la lluvia de champaña que rocía a los asistentes cuando llega la medianoche.
Pasados los fuegos artificiales, es hora de continuar la fiesta hasta el amanecer en alguno de los múltiples clubes que hay cerca de la playa, como Fosfobox y Bunker 94.
Lo mejor: la cena y fiesta en el legendario Hotel Copacabana Palace, que además de su consabida elegancia, presume una panorámica espectacular de la bahía. (www.rio.com).
