Todo indica que por vez primera en más de diez años el pueblo norteamericano festejará en un ambiente de mayor armonía y moderado optimismo el tradicional Día de Acción de Gracias o Thanksgiving Day, que se realiza el cuarto jueves del mes de noviembre.
Se trata de la tradición familiar más importante del año que se instituyó en el siglo XVI cuando los colonizadores europeos de la Nueva Inglaterra, mejor conocidos como los pilgrims, celebraban con oraciones y una abundante cena los resultados de la cosecha agrícola tras un año de penurias que pasaban al lado de los indios de la región.
En este 2013 han quedado atrás los atentados del 11 de septiembre de 2001, la peor tragedia sufrida por los vecinos del norte en este siglo XXI que dejó más de tres mil muertos y una honda estela de dolor, resentimiento y daños terribles a la economía.
También están relegados los recuerdos de las guerras de Irak y Afganistán, dos desastrosos operativos militares que emprendió el gobierno norteamericano sin imaginar los costos humanos, financieros y emocionales que tendrían para Estados Unidos y para buena parte del mundo.
La crisis financiera de 2008, la más profunda de las últimas décadas, pareciera estar superada o cuando menos relegada momentáneamente ante los indicadores positivos que muestra la economía estadounidense en los últimos meses.
En tanto las bolsas de Nueva York establecen records día tras días, el desempleo sigue paulatinamente a la baja y el mercado inmobiliario ha vuelto a tomar un auge inusitado. En el último año los precios de las casas subieron en algunos estados más del veinte por ciento y de seguir esta tendencia en un par de años más podrían alcanzar los niveles históricos de 2006.
Al mismo tiempo las tasas de interés se mantienen frenadas lo que favorece el crédito y la inversión, y por si fuera poco los norteamericanos se alistan a romper los índices de confianza del consumidor ante las perspectivas positivas del Black Friday.
El llamado Viernes Negro se realiza un día después del jueves de Acción de Gracias cuando los comercios aprovechan para rematar a precio de ganga sus inventarios y convertir los resultados financieros del año en números negros o positivos.
Años atrás los grandes almacenes abrían sus puertas el viernes a las 6 de la mañana, luego cambiaron a las 12 de la noche y en esta ocasión habrá tiendas que estarán operando desde las 8 de la noche del jueves, es decir, la celebración familiar del Thanksgiving se verá ahora amenazada ante la voracidad del comercio.
Aunque a decir verdad infinidad de tiendas lanzaron sus ofertas desde el inicio de semana, especialmente por Internet, en una medida desesperada para atraer ventas extraordinarias y cerrar el año con las ansiadas utilidades.
De acuerdo a la firma IbisWorld este año se generarán ventas por 13,600 millones de dólares, un 3.9 por ciento más que en 2012, sin embargo esta cifra podría llegar a los 38,700 millones de dólares si se suman los pronósticos de venta del viernes, sábado y domingo. A ello hay que agregar los 1,800 millones de ventas proyectados para el ya famoso Cyber Monday, cuando los comercios colocarán sus mejores ofertas por Internet, el próximo lunes.
Para el resto de la temporada navideña los pronósticos son menos halagadores. Según Wells Fargo las ventas aumentarán el fin de año un 3.7 por ciento, el menor incremento registrado desde 2009. Mientras que Gallup pronostica que cada norteamericano gastará este año en regalos 706 dólares contra 786 dólares del año pasado.
Lo cierto es que los resultados del Black Friday dictarán en buena medida el curso de la economía norteamericana de fin de año y de principios de 2014.
El pueblo yanqui tiene varios asuntos más para preocuparse como la descomunal deuda de su gobierno, la fallida reforma de salud, la amenaza del terrorismo y la irrupción económica de China, temas que han sido pospuestos para enero.
Por lo pronto desde ayer y durante el fin de semana los norteamericanos podrán dar gracias a Dios porque los peores momentos de la última década han quedado atrás y todo pareciera indicar que mejores tiempos están por venir.
Comentarios a jhealy19547@gmail.com