PIAN PIANITO
Quizás muchos de nosotros hayamos escuchado esta frase hace algunos años o todavía en el presente que aduce a la espera y la constancia como forma de alcanzar los objetivos. En verdad es encomiable el hecho de proponer sobre todo en los jóvenes la constancia y el no perder los objetivos en cualquier proyecto de la vida que uno se proponga, aunque la pregunta que me surge en estos momentos es ¿en verdad todo lleva tiempo? ¿Todo lo que se espera vale la pena? ¿No se puede llegar a los objetivos un poco más rápido?
Piense un instante en los recién casados, que en un inicio lo único con lo que cuentan es con las ganas de casarse y estar juntos, en esta idea romántica de que el amor todo lo puede, cosa que en estos días cada vez parece más complicado. Los padres, quizás los abuelos le dirán "así se empieza" en una casa de renta, con pocos accesorios o incluso les aseguraran, "en donde comen tres comen cuatro". Esto desde luego no sería una mala recomendación, pero también existe la idea de casarse después de una maestría, un doctorado, el viaje a Europa soñado, el coche deseado, etc. No quiero mi estimado lector ávido de respuestas sobre el final de la novela de la noche, o del humor negro de Murillo Karam, piense que este divanero se volvió un junior que sólo piensa en el factor cosmético del éxito, no, ésa no es la idea, pero la pregunta sería la siguiente, ¿es necesario que los jóvenes de hoy en día sigan un formato de cómo se deben hacer las cosas? ¿Existe un manual? ¿O el tan llevado pian pianito es ley universal?
Pensar que los chavos de hoy en día tienen todo resuelto y que sus formas de hacer las cosas son las mejores, tan poco parece lo indicado, aunque sí creo que existe en ellos algo que jamás debemos de dejarles de lado, incluso seguirles fomentando: La pasión.
¿Qué se entiende por pasión? No vaya a pensar que son las ganas enormes de los chavos de comerse a besos o visitar un motel de ésos de paso y de moral distraída. No, la pasión encierra la capacidad de perseguir nuestros objetivos y llegar a nuestras metas, sean éstas cualesquiera que sean.
Por ejemplo, el chavo que desea experimentar un viaje de estudios al extranjero para capacitarse en el área de su gusto, la chava que desea vivir en su departamento sola por unos años, la misma chava que desea embarazarse después de los 32 años, el chavo que desea ir a un mundial antes de estudiar una maestría, incluso formar un hogar. Muchas veces como padres pensamos que la mejor manera de hacer las cosas es como nosotros las hacemos o como nuestros propios padres jamás nos dejarían hacerlas y creemos que darles a nuestros hijos lo que nosotros no tuvimos es la mejor manera de ver la vida.
Quizás mi estimado lector el pian pianito sea la mejor receta, quizás no, lo importante en este caso será estar a un lado del joven, enseñándolo a elegir, pero sobre todo respetando que se pueden hacer las cosas diferentes y que quizás los sueños se pueden cumplir desde otra vía más rápida, y no por eso se dejen de valorar las cosas.
Sólo habrá que recordar a Michael Jordan, Steve Jobs, Bill Gates, Lorena Ochoa, o algún otro joven exitoso que siempre creyó en él y jamás dejó de querer y respetar a sus padres.
Deberemos ser más tolerantes con los sueños de quienes en un momento de la vida dependieron absolutamente de nosotros, pero que hoy en día son capaces de desear, soñar y vivir a su manera. ¿No cree?