Aprender a decir No
Se sorprendería si en algún momento se hiciera un estudio serio sobre la capacidad de los seres humanos para poder decir no, me imagino que el resultado sería altísimo, con diferentes argumentaciones, ya sea por respeto, por educación, porque está mal decir que no, porque me dejan de querer, porque después ya no me invitan, me dejan solo, etc.
¿Es realmente un problema? ¿Es sano decir que no? Parece que a la a la larga si se convierte en un problema emocional grave, que deviene en falta de autoestima, seguridad, confianza entre otros, sobre todo si esta persona permite el abuso consistente y constante de parte de individuos que dicen amarlo y lo más grave es que tiende a justificarlos a través de la minimización de los actos, o quitándole responsabilidad a los abusadores.
Imagine mi estimado y encuaresmado lector, no encuerado, aunque por las altas temperaturas a veces dan ganas, el hijo o hija responsable que siempre está al pendiente de los padres, que los procura, le cuesta un mundo de trabajo decir que no, él tiene invitaciones a salir con sus amigos o a divertirse simplemente y decide quedarse en casa al pendiente de los padres debido a que ellos están solos y no hay quién les haga compañía. Decide permitir el abuso de los padres quienes lo manipulan y generan en esta persona culpa, que le impide decir que no. Se leen fuertes las palabras, lo sé, pero esta situación es sistemática y repetitiva, no vaya a pensar usted que por un día que se quede con sus padres es abuso.
Otro ejemplo es el del esposo que quiere salir a divertirse con sus compañeros de trabajo, pero al llegar a la casa, la esposa, como en otras muchas ocasiones, le aqueja una gripe que curiosamente le da cada quincena, y le pide al cónyuge que no salga, que ella necesita quien la ayude. El esposo accede por enésima ocasión porque se siente incapaz de merecer estar feliz pasando un buen rato con los amigos y que su esposa esté triste y enferma en casa. En otras palabras le falta decir la palabra mágica: No.
Tampoco se trata de que nos volvamos negativos y parezcamos político del PRD o MORENA y a todo digamos que no, pero si saber bajo qué situaciones o circunstancias la persona cercana o amada, abusa de nuestra incapacidad para dar una negativa. Podemos empezar con logros sencillos, los amigos que nos invitan a salir, y nosotros preferimos un buen libro descansando, la elección de una película, escoger un restaurante, el vestido que a mí me agrada y no al que marido le recuerde a Ninel Conde, las vacaciones en el sitio que a mí me plazca, etc. Le aseguro que de a poco, va ir avanzando y sentirá en el fondo una pequeña satisfacción que lo llevará a pensar que usted es capaz de afirmarse y decir que no, y no con eso lastimará a sus seres queridos.
La idea de que alguien nos va a querer porque siempre le demos lo que quiere, es un absurdo, si nos van a querer va a ser como somos y con la independencia suficiente para darnos cuenta de que somos diferentes y por lo tanto tenemos gustos distintos y eso no implica que se acabe el cariño, o que nos abandonen, sino que tenemos una relación sana con los demás.
Considero que nuestra expectativa social como mexicanos muchas veces es estar acompañados y percibimos que el hecho de mantener relaciones codependientes donde somos el uno para el otro, no puedo vivir sin ti, si me dejas me muero, si no me haces lo que yo quiero te dejo, son lo mejor y lo correcto, dejando de lado la verdadera esencia de la madurez, que estamos solos, vamos solos y sólo nosotros somos capaces de saber qué es lo que queremos, y que si decidimos acompañarnos en el camino de la vida, siempre será respetando nuestras diferencias y amando nuestras similitudes.
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