La prisa como defensa ante la soledad
Se ha puesto a pensar mi estimado y endeudado lector ¿por qué sonamos el claxon cuando apenas aparece la luz verde, porque vamos al súper lo más pronto que podamos, porque comemos corriendo, incluso porque hacemos el amor a máxima velocidad? En pocas palabras ¿por qué vivimos tan rápido? ¿Quién nos viene persiguiendo?
Lo más triste es que en realidad muchos de nosotros no sabemos por qué hacemos estas cosas, es más lo vemos lo más normal del mundo y cuestionarse esto es como pensar si el PRI nuevo, no tiene cola de dinosaurio. La respuesta desde mi muy particular punto de vista es que conocemos poco de nuestras necesidades y muchas de las veces ni siquiera sabíamos que existían. Podrá decir mi apreciado seguidor divanero que las deudas no dejan a uno ni pensar, y que el ritmo de la vida rápida es señal de éxito, así como estar a todas horas con su ipad, iphone, celular o computadora en las rodillas, mientras su esposa clama por una caricia o ya de perdis un ojito cuando se cambia de chones.
Detrás de todo esto existe un miedo real a conocernos, a saber quiénes somos, porque hacemos tal o cual cosa, lo mejor es hacer lo que todos hacen y aseguran dan felicidad: si vives en colonia ricachona votar por el PAN, si vives en colonia popular o has sido bendecido por un puesto político vota por el PRI, si leías a Octavio paz desde pequeño, votar por el PRD, si no sabes de política vota por el verde, o de plano si eres joven y no sabes nada de política piensa que Quadri es el candidato que México espera.
Darnos tiempo para nosotros mismos, para valorarnos para sentirnos o conocernos nos llevara a pensar que si el camino que hemos elegido es el correcto, que si decidí tener 4 hijos fue por convicción o no, que si el esposo que tengo es lo que quiero o lo que necesito, que si el trabajo me da existencialmente lo que busco, o si el nacer, crecer, reproducirse y morir es la ley de la vida.
Iniciamos un nuevo año, por cierto, para los que les gustan los números y cábalas, el primero desde 1987 que no se repite ningún número. Con él una nueva oportunidad de ser mejores personas, cumplir nuestros propósitos, plantearnos nuevos objetivos, lo cual desde luego tendría que pasar por la consciencia necesaria de que lo que estamos haciendo como individuos es congruente a nuestra filosofía y modo que queremos vivir, y si no es así cambiarlo en la medida de lo posible lo que nos toca. Definitivamente detrás de ese examen de consciencia deberá existir un momento de soledad, que viéndola del lado negativo nos llevará a conductas adictivas como el exceso de trabajo, las relaciones tóxicas, el fumar en exceso, ejercicio en exceso, etc. Pero del lado positivo nos llevara a saber quiénes somos y a dónde vamos, aunque esto nos angustie sobremanera.
No quiero decir con esto que lo que hacemos en este momento es malo, no para nada, sólo le pido que sea consciente, que sepa para dónde va y cuáles son las consecuencias de sus actos.
Sea como usted lo quiera, le deseo un buen inicio de año.
Www.notodorapidinesbueno.com
Mi correo electrónico: antoniomiranda72@hotmail.com
Twitter: @neuromiranda.