En esta época del año que se encuentra en pausa el beisbol de las Grandes Ligas, a lo que todos estamos atentos independientemente de los movimientos que se realizan entre los equipos del "Rey de los Deportes", es conocer los nombres de los nuevos integrantes del Salón de la Fama porque en este mundo de los batazos impregnados por el cochambre de los esteroides, se está con la zozobra de que el comisionado Bud Selig no vaya a salir con alguna de sus burradas y vaya querer que se mencione para la inmortalidad a uno de esos bribones que se aprovecharon a la mala para hacer trampa jugando el deporte que les daba para llevar el alimento a la mesa.
Y sin aún poder entender que Roy Halladay haya dicho adiós a los diamantes, lo mejor que pudimos conocer es que tres managers ya jubilados fueron seleccionados para Cooperstown como lo son Tony LaRussa, Joe Torre y Bobby Cox cuyas carreras dentro de la gran carpa no dejaron ninguna incertidumbre de la sublimidad que mostraron a lo que les valió que los hayan seleccionado en forma coincidente para quedarse en la indestructibilidad del beisbol.
Después de ganar cuatro "clásicos de otoño" en sus primeros cinco años manejando a los Yankees una vez que se hizo cargo de los Mulos en el año de 1996, Joe Torre será también condecorado por la escuadra de Manhattan ya que su número 6 será alejado para siempre del atuendo del equipo de Nueva York y no era para menos ya que los condujo a los playoffs en las 12 campañas que estuvo en el Bronx por lo que cualquier jugador que llegue al equipo de la Gran Manzana si quiere usar un guarismo con un solo dígito, tendrá que pensar en otro número ya que el único que se encuentra disponible es el del llamado "Capitán América" Derek Jeter pero todavía es más factible creer que muevan la estatua de la libertad a que su número 2 no lo retiren cuando deje los diamantes.
Pero si hay alguien que le debe mucho Tony LaRussa es Mark McGwire, ya que en 1987 fue el último jugador en el roster de los Atléticos y 23 años después en el 2010 cuando su nombre fue implicado en desvergüenza de los esteroides, el ahora coach de bateo de los Dodgers recibió una oportunidad por parte del ex manager de los Cardenales para que se hiciera cargo de la ofensiva de los pájaros rojos.
Y Bobby Cox tenía sólo pocos códigos en su forma de dirigir siendo el jugar duro, llegar a tiempo y sin mucho relajo en el club house cuya fórmula lo llevó a una de las carreras con mayor éxito en la gran carpa con registro sin precedentes de 14 títulos de división de manera continua y 15 arribos a la postemporada estando debajo de Connie Mack, John McGraw y precisamente Tony LaRussa, como el cuarto manager más ganador con 2,504 victorias cuando dijo adiós a la pelota en el 2010.
En la lista Greg Maddux.
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