Es evidente que faltando tres semanas del calendario regular de la NFL y aunque digan lo que digan, Peyton Manning continúa batallando para poderse ajustar al ambiente gélido una vez que antes de llegar a Denver, siempre estuvo y como ya todos sabemos, jugando sus partidos de local en un domo pero que ahora enfundado con el jersey de los Broncos, padece las de Caín cada vez que tiene que encarar los encuentros en el Invesco Field at Mile High.
Y me baso en esta manifestación por el hecho de que cubre sus manos con unos guantes que quizá haya sido una recomendación debido a la operación en el cuello a la que se sometió y que pese a que puedan decir lo contrario porque en la semana anterior registró una marca de la franquicia con 39 pases, sólo que fue contra los Titanes y cuando el astro rey intentaba hacer un poco más placentero el ambiente en la capital de Colorado.
Pero ahora que comenzó la semana 15 el jueves anterior, ya ni se sabe lo que va a ocurrir porque nadie daba un cacahuate por los Cargadores (nomás Fernando Benito) para que escaparan con vida de la casa de los dirigidos por John Fox por lo que ahora el trayecto de los Broncos hacia el título de la Americana tiene más agujeros que el periférico de Torreón a Lerdo.
Se encuentran vacantes nueve puestos para la postemporada manteniéndose 25 escuadras con esa posibilidad esperando todas las combinaciones que se puedan realizar.
Los Bengalíes y los Patriotas pueden asegurar las cimas de sus divisiones ganando hoy domingo conjuntado con un descalabro de los campeones y que la gente de Belichick, que se encuentra en Miami, no necesita ninguna mezcla porque se enfrentan a los Delfines, mientras que los atarantados de los Broncos, que se les ocurrió perder en casa, esperan que mis pobres malosos hagan el milagro de vencer a los Jefes en el Coliseo.
En la Nacional el horizonte se divisa más embarazoso todavía porque los Halcones Marinos es la única escuadra con el boleto asegurado pero este día se pueden posicionar absolutamente de su sector si vencen a los Gigantes y que San Francisco pierda en Tampa y si Nueva Orleáns cae en San Luis, la banda de Pete Carroll amarra jugar la postemporada en Seattle pero si los Santos ganan, los de Luisiana garantizan playoffs y los 49ers también se pueden colar si se combinan varios resultados.
En esta época y ocasionalmente, gozo viendo un partido que se desarrolla bajo la nieve no obstante, creo que sigue siendo un disparate que el Super Bowl se juegue en el frío y aunque me digan tradicional, el partido que paraliza totalmente a nuestros vecinos del norte se debe jugar en Tampa, Miami, Nueva Orleáns, Arizona o cualquier otra ciudad helada pero con un estadio techado.
Y pienso en esto porque nadie sabe si va a caer una tormenta de nieve como ahora que concluyó la semana 14 en Filadelfia porque el Super Domingo no se puede atrasar.
Rcerpa@yahoo.com