Antes de que iniciara la actual temporada de la NBA, la gran mayoría de los aficionados del "deporte ráfaga" ya estaban murmurando acerca del Draft del año próximo porque la promoción de jugadores que podrían ser seleccionados, parecerían la generación de talentos ya comprobados como Chris Bosh, Carmelo Anthony, Dwyane Wade, LeBron James y David West, pertenecientes al 2003.
De todos es sabido que, en la NBA, hay dos maneras de que un equipo pueda salir de las profundidades para encumbrarse en la élite del mejor basquetbol del mundo de la cual, una de ellas es la más indiscutible que es mediante la de comercio en la agencia libre y la otra, obviamente, a través de la selección universitaria con las mejores promesas que prácticamente, es una lotería que instala a las escuadras de la mejor liga del baloncesto en estructura para que posteriormente, seleccionar dentro del listado de jugadores que se hayan inscrito en marzo.
La tómbola del Draft no es una rifa natural entre los 30 conjuntos de la agrupación porque más bien es un juego teledirigido que en cuanto hayas quedado peor, esto ya es patente, más probabilidades tienes antes que nadie, de seleccionar y simplemente esto tiene un fin, el cual es el que los equipos más deficientes intenten equilibrar la rivalidad en la liga.
Esta acción de que si has perdido más encuentros en la temporada te da el derecho de levantar la mano en primer lugar, ha provocado una reciente expresión en el argot donde se desarrolla el mejor basquetbol de todo el planeta y que se denomina: HACER 'TANKING' que se fundamente en modelar el roster de un equipo de tal manera que las hipótesis de que salga derrotado, sea mayor a los encuentros que gana pero es bien importante de que se aclare de que no es dejarse vencer ni que por ahí va la cosa.
La palabra 'tankear' de un conjunto, es desprenderse de elementos de alto nivel y que sean reemplazados por tipos de menor clase incluyendo los convenios que finalizan ese mismo año para que se produzca, ya pensando en la campaña siguiente, la más grande cavidad en el aspecto salarial y así poder adquirir jugadores de mejor calidad y que se encuentren en la agencia libre.
Y es muy simple, ya que si un conjunto tiene una nómina muy baja, existen muchas posibilidades de que con frecuencia bailen las calmadas pero a la vez para elegir puestos de alto nivel en el Draft universitario, sus oportunidades son elevadas y de aquí sale la conclusión de por qué los Celtics se deshicieron de Pierce, Garnett y Terry y recibieron de Brooklyn, a Gerald Wallace y Kris Humphries.
O de que el Jazz haya dejado escapar a sus mejores hombres como Paul Millsap y Al Jefferson y que de los Bucks emigraron J.J. Reddick, Monta Ellis y Brandon Jennings (que aún sigue sin chamba).
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