Regreso. Sally Field no había hecho cine desde hace cinco años .
La actriz de 66 años, Sally Field, está de nuevo bajo los reflectores por su interpretación como Mary Todd Lincoln en la película de Steven Spielberg. Lincoln es una de las candidatas a hacerse con varias estatuillas en la próxima entrega de los Oscar.
Para Sally, volver al mundo de las alfombras rojas no ha cambiado en nada su vida. "No siento la diferencia. Es extraordinario tener la oportunidad de hacer este trabajo con la maestría de Steven Spielbierg y la exquisitez de Daniel Day Lewis, quien indiscutiblemente es nuestro mejor actor vivo. Para mí es un regalo enorme", aseguró la actriz en entrevista en el Hotel Ritz Carlton, de Nueva York.
"Nunca sentí que me había ido, incluso cuando estuve trabajando en televisión afronté mi trabajo de la misma manera. He tenido el mismo sentimiento cuando estuve cinco años haciendo series, porque todo al final es parte de un recorrido, es como ir haciendo millas en una silla de montar. Cómo utilizas esas millas y cómo las terminas es lo importante en una carrera a largo plazo.
"Es la única forma de evolucionar respecto de quién eres ahora, en esta edad y en la otra edad, y en la otra. De otra forma la gente sólo se queda girando alrededor del mismo sitio.
"Así es como ves a muchos actores que son mayores pero siguen interpretando los mismos personajes que interpretaban cuando eran más jóvenes e incluso lucen igual, sólo que un poco más viejos. Simplemente tienes que desear subirte al caballo".
Para Field, interpretar a una primera dama con una personalidad tan fuerte como la de Mary Todd le exigió un gran trabajo de preparación. Tuvo que ganar 12 kilos y realizar una investigación exhaustiva.
"Para este personaje en particular, que es un rol histórico y la era es muy diferente, intenté investigar lo más que pude para entenderla (...) Leí las cinco biografías creíbles que hay acerca de su vida además de libros de la época para entender a las mujeres de su tiempo, cómo eran tratadas y cuáles eran las expectativas que se tenían respecto a ellas, qué les era permitido hacer y qué no y fui a dos lugares importantes en su vida", explicó.
También hubo un trabajo físico importante. "En cuanto al exterior intenté parecerme a ella. Gané 12 kilos e igualé lo más que pude sus medidas porque Joanna Johnston, una diseñadora de vestuario brillante, encontró el tamaño exacto de sus trajes".
Lincoln es un mensaje para gays, lesbianas y sobre todo, mujeres.
Para Sally, lo más importante de hacer un filme como el de Lincoln es la conexión con la actualidad.
"Si lo ves de una manera global, éste es un filme importante para hablar de cómo los derechos humanos y la democracia van de la mano.
"Eso es una cosa clave que el mundo tiene que escuchar. Se puede pensar en los derechos humanos para las mujeres y los gays en este país o alrededor de todo el mundo. Para las mujeres, lo siento, ¡para las mujeres!, ¿por qué somos las últimas en ser tratadas con dignidad humana?".
Explica: "Las mujeres han sido vejadas en la guerra, son golpeadas en sus propias casas, violadas y maltratadas y nadie se levanta y dice 'aquí hay algo que no está bien'. Hasta que las mujeres puedan estar en una mesa de decisiones en igualdad de condiciones que los hombres es que este mundo irá bien".