Al final el resultado oficial reflejó lo que había adelantado el tan cuestionado Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). Francisco (Kiko) Vega ganó la elección para el gobierno de Baja California con cerca de 25 mil votos de ventaja, 24,963 para ser precisos, o tres puntos porcentuales.
El triunfo de Kiko Vega no deja de sorprender. Fernando Castro Trenti era favorito, tanto por los resultados de las encuestas previas como por la enorme cantidad de dinero que gastó.
Castro Trenti era el candidato de Manlio Fabio Beltrones, quien lo impuso en el PRI frente a Jorge Hank Rhon y otros aspirantes. Su alianza Comprometidos por Baja California tenía el respaldo no sólo del PRI y el Partido Verde, sino también (sorprendentemente) del Partido del Trabajo y de una organización local llamada el Partido Encuentro Social. El despliegue de recursos fue abrumador. Los anuncios espectaculares de esta agrupación en carreteras y ciudades superan por mucho los de Unidos por Baja California, que incorpora al PAN, el PRD, Nueva Alianza y el Partido Estatal de Baja California.
Que Movimiento Ciudadano haya lanzado a su propio candidato, Felipe Ruanova Zárate, era una maniobra para fortalecer a Castro Trenti. La candidatura estaba diseñada para atraer el voto de izquierda que no quería respaldar una alianza con el PAN. El que Ruanova haya obtenido más del 5 por ciento del voto es indicativo de que la estrategia funcionó.
Hizo daño a Castro Trenti, sin embargo, la divulgación de información de que en 2010, cuando era senador, compró una casa en la ciudad de México por 10 millones de pesos y la puso a la venta después por 5 millones de dólares. Se informó también que tenía un yate en California, dos casas en Tijuana, un terreno en Ensenada y una residencia en San Diego además de la casa de Reforma. El PRI reviró ofreciendo información sobre las propiedades de Kiko Vega; pero al contrario de Castro Trenti, que siempre ha sido servidor público o legislador, el candidato del PAN-PRD ha tenido empresas privadas. A Kiko Vega, sin embargo, le pesaba el desgaste político del PAN tras 24 años de gobierno.
A pesar de una fuerte abstención de 61 por ciento, los resultados muestran un voto razonado. Aun cuando Kiko Vega ganó el estado y el PAN-PRD el congreso local, el PRI se llevó los municipios de Ensenada, Tecate y, sobre todo, Tijuana, donde triunfó Jorge Astiazarán Orcí, un médico de 51 años con poca experiencia política y miembro del PRI apenas desde 2011. A Astiazarán se le considera cercano a Hank Rhon, de quien fue médico personal y secretario de desarrollo social en su gobierno en Tijuana.
En una elección civilizada, hubo un incidente de violencia en Mexicali en que se quemaron algunas urnas. El Instituto Electoral y de Participación Ciudadana presidido por César Castro Bojórquez tuvo un mal desempeño. Al desconocer públicamente el PREP, generó cuestionamientos a la limpieza del proceso, a pesar de que las supuestas irregularidades tenían que ver con el redondeo de la suma y no con las cifras mismas. Permitió además que se llevaran a cabo recuentos voto por voto en circunstancias en que la ley no lo acepta.
Un intento de madruguete de César Camacho, presidente nacional del PRI, al cierre de las urnas el 7 de julio, marcó también la elección. Camacho exigió al PAN y al PRD que reconocieran un triunfo de Castro Trenti que nunca existió.
El proceso ha terminado. Del lado positivo destaca un voto cruzado que sugiere la madurez del elector bajacaliforniano. Del otro lado de la balanza están las maniobras que demuestran que los políticos mexicanos aún no han aprendido a ser demócratas.
RETENES
El gobierno mexicano gasta millones en promover el turismo y la imagen de nuestro país en el exterior. Sin embargo, los retenes militares, como los que se despliegan en las carreteras de Baja California, se encargan de destruir los resultados.
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