15 de junio de 1998. Era el mítico y hasta ahorita considerado como "el mejor jugador de baloncesto de toda la historia", Michael Jordan, quien esculpía su leyenda, su reinado. Transcurría el sexto partido de la final ante Jazz de Utah, donde "Air" Jordan nos brindó esos últimos 40 segundos de espectáculo inolvidables. Conseguía su sexto campeonato en la NBA en ocho temporadas, su sexta final logrando ser reconocido como el mejor jugador de ésta con el MVP, siendo uno de los récords aún activos del baloncesto. Sin duda, debió haberse retirado en esta fecha, cuando logró valer su último anillo como jugador profesional de baloncesto, cuando logró estar en la cúspide mundial de este deporte. Los campeones deben retirarse en la cima.
Mi infancia transcurrió durante los 90's, por lo que hablar de Michael es hablar de uno de mis más grandes ídolos de todos los deportes. Fui de esos niños que se enamoraron del baloncesto gracias a este neoyorquino de 1.98 metros, de este excelso jugador que podía ser capaz de caminar por el aire, tomarse un tiempo y luego volcar el balón. De éste, en aquel entonces joven, que podía desafiar a Isaac Newton y las leyes de la física.
¿Cuántos otros infantes en esa época no hicieron el gasto en tarjetitas y álbumes donde salía Michael? O simplemente, ¿quién no vio la película de "Space Jam"? en donde Bugs Bunny y su equipo lo llaman para competir contra extraterrestres. Fue un monstruo en todos los escenarios. Gustó a grandes y a chicos por igual por sus extraordinarios pases, por sus movimientos, aquellos saltos y vuelos hacia la canasta y su grandeza a la hora de jugar.
Este fenómeno revolucionó el mundo del basquetbol y no sólo eso, sino también el rubro mercadológico. Aquél que fue el 23 de los Chicago Bulls, actualmente es socio de la marca de calzado de baloncesto que lleva su apellido y continúa siendo el principal atractivo a la hora de comprar las zapatillas para poner en práctica este deporte. Es quizá el único ex jugador profesional que ha podido mantener esa conexión emocional con su base de clientes por más de 25 años.
Hace dos días, el astro del basquetbol cumplió medio siglo de vida y los rumores ya apuntaban insistentemente a su regreso a las canchas en el "All Star" del pasado Domingo. El regalo, a pesar de haber sido para Michael por su cumpleaños, hubiera sido disfrutado por todas esas personas que pudieran haberlo visto jugar nuevamente.
A pesar del paso del tiempo, para mucha gente siempre será un gusto y un placer presenciar a este fenómeno en acción. Bien dice una de sus frases: "Algunas personas quieren que algo ocurra, otras sueñan con que pasará, otras hacen que suceda".
Gracias Michael, por ser un prodigio de brillantez, calidad, talento y competitividad. Por ser un jugador bestial, genio, exigente, humano, pero sobre todo, inspirador. Es un honor topar en la misma época en la que salías a destrozar rivales y nos hacías ver que en concreto, eras tú el hombre que podía volar.
Twitter: @paqotorres