El recién acordado pacto entre republicanos y demócratas para evitar la parálisis del gobierno norteamericano iniciará a partir de hoy.
Esta decisión los mantiene en su meta de crecimiento económico de poco más del 1.5% para 2013 de acuerdo al Fondo Monetario Internacional, sin embargo el problema es su duración, ya que será vigente sólo hasta el 17 de febrero de 2014, con éste sólo se está dando una prórroga para que los representantes definan el presupuesto del Gobierno federal.
El tema del desacuerdo que paralizó a poco más de 800,000 burócratas durante 2 semanas y media y que costó 24 mil millones de dólares, fue la implementación del "Obamacare" cuyo objetivo es facilitar a 48 millones de estadounidenses el acceso a seguro de gastos médicos, beneficio al que dadas sus condiciones económicas nunca hubiesen podido acceder dadas las restricciones que ponen las compañías aseguradoras en aquel país.
Pero ¿por qué este tema que a todas luces es un beneficio para millones de personas es tan complicado para las dos principales facciones políticas?, y es básicamente por una postura económica.
Por un lado, los demócratas y sus principales asesores, defienden los estímulos fiscales y el apoyo a grupos vulnerables por parte del estado porque se convierte en un mecanismo para reactivar la economía en recesión.
Para los repúblicanos, en especial para el Partido del Té, que son puristas del laissez-faire, consideran que el comportamiento de los individuos en la economía es racional y los mercados son eficientes por lo que la participación del estado en beneficiar a un sector social en particular creará distorsiones del mercado y desviará el principal objetivo del gobierno que es el de exclusivamente administrar los recursos de la nación.
En temas económicos existe una disciplina identificada como teoría de juegos en donde el objetivo es racionalizar las decisiones que toman los participantes en el mercado; la negociación política que vimos estas últimas tres semanas asemeja con el modelo "del gallina" que analiza precisamente esta teoría; imaginemos dos autos rumbo a un precipicio y pierde quien primero se desvíe o frene, gana quien mantenga la ruta al final, en este ejercicio obviamente el resultado es que ambos pueden caer al precipicio o detenerse y esto, sin duda, afectara más a quien represente la autoridad, en este caso el Partido Demócrata y el presidente Obama, mientras que la oposición genera mejores dividendos ya que puede exhibir las debilidades de la autoridad en turno, las otras dos posibilidades dentro del juego son que el Partido Demócrata sea gallina y ganen los republicanos esta decisión hubiese generado un problema incluso de gobernabilidad para Obama por lo que no era una opción detenerse y dar marcha atrás al programa de salud, y la última combinación en el juego y que fue como de hecho sucedió, es que los republicanos fueron derrotados por lo menos en la percepción pública ya que permitieron la creación del acuerdo en la Cámara de Representantes.
La decisión de dar marcha atrás a sus peticiones por parte de la oposición en Estados Unidos plantea dos situaciones, primero que fortalece la posición de Obama y segundo que la facción más conservadora de la bancada republicana también se fortalezca al interior de su partido quitándole fuerza a su ala radical conocida como el Partido del Té .
La pregunta es ¿qué depara el futuro en temas presupuestales Obama?, seguramente una relación más tersa entre demócratas y los republicanos que los lleven a aprobar reformas en bien de la población de aquel país, y también una postura más radical por parte del Partido del Té que fue el gran derrotado en esta negociación.