Los asusta. La Dama de Negro hizo su aparición, quien estremeció a cientos de laguneros que se dieron cita ayer en el Teatro Nazas, donde al final soltaron una risa de nervios.
El miedo regresó a la Comarca Lagunera y esta vez la violencia no fue la culpable sino "la maldita Dama de Negro".
La puesta en escena La Dama de Negro no logró abarrotar las funciones que ofreció ayer en el Teatro Nazas, sin embargo, dejó por demás satisfechos a los cientos de laguneros que acudieron el recinto cultural.
La obra congregó a personas que no la habían visto como el caso del joven Alfredo Martínez, quien acudió porque varios de sus amigos se la recomendaron.
"Por una u otra razón no había podido ver la obra. Hoy salí tarde de trabajar, temía que no llegara a tiempo pero sí llegué y me encantó", explicó Martínez a El Siglo de Torreón.
Un caso contrario fue el de la señora Eduviges del Campo. Ella manifestó que con ésta, fue la quinta vez que, "me aviento la obra".
"La verdad está muy buena la trama, desde el principio te asustas con los sonidos que se escuchan.
"Los juegos de luces y efectos especiales son excelentes y no se diga las sombras que se aparecían en el teatro, ahora traje a mi hermana para que la viera", explicó.
Odiseo Bichir y Rafael Perrín lograron su encomienda. Hombres y mujeres disfrutaron el montaje que lleva casi 20 años ininterrumpidos de permanecer en cartelera.
Las actuaciones de ambos artistas en conjunto con muertes, gritos, un cementerio, magia, hechizos, neblina y la trágica muerte de una mujer dan vida al montaje, único en su género en la República Mexicana.
A las 7:00 de la tarde comenzó la primera función. Odiseo encarnó una vez más a "Arthur Kipss" un vendedor de una agencia de seguros. Su vida dio un giro de 180 grados cuando conoció a la Dama de Negro, desde su encuentro el terror invadió cada minuto de su vida, motivo por el que se vio en la necesidad de buscar ayuda.
Al ser condenado a una maldición producto de esa "reunión", "Kipps" encontró un respaldo en "John Morris" (Perrín) un escéptico director de escena, quien le ayudó a contar tal historia a través de una obra con el fin de alertar a sus familiares y amigos de "esa maldita dama de negro", como la llamaba "Arthur".
El escenario del recinto de la avenida Matamoros y Cepeda se convirtió en una región inhóspita de Europa, con todo y telarañas. Ahí, se hallaba la mansión de la famosa mujer, en donde muchas personas habían perdido la vida. Cada vez que aparecía el espectro de la Dama de Negro, alguien fallecía.
Conforme se llegaba al final de la obra, los diálogos y lo que ocurría en el escenario generaban mucho más dosis de terror provocando que algunos espectadores se estremecieran en sus asientos para luego soltar la clásica risita de nervios.
Y así, entre extraños sonidos terminó este trabajo artístico hecho por mexicanos, pero inspirado en ingleses. Los productores son Antonio Calvo y Carlos Bracho; la historia fue escrita por Susan Hill y adaptada por Stephen Mallatratt.
AÑOS
cumplirá La Dama de Negro en el 2014, lo cual celebrarán a lo grande.