Para los eruditos no hay ya duda alguna de que a las actuales generaciones nos tocó vivir en días álgidos, cuando ha llegado el momento en que ha de develarse el misterio que preocupa a la humanidad desde el principio de los tiempos.
Para eso era necesaria la existencia de un Papa negro. Desde el retiro de Joseph Razinger el Papa Benedicto XVI, se ha especulado sobre si el siguiente Papa sería o no de piel oscura que coincidiría con la llegada del temido Apocalipsis.
La verdad es que Malaquías O Morgain predijo las cosas de tal manera descontando los períodos que iban pasando cada uno, que fijó la duración para terminar en el año de 2013. Hablamos de un vidente que nació en 1094 y murió en el año de 1148. Fue considerado el más grande de los profetas de Irlanda. Arzobispo de Armagh, obispo de Down y delegado del Papa en Irlanda; más tarde fue canonizado. Se le atribuyen las famosas profecías papales, hizo pronósticos acerca de cada uno de los Papas desde 1143 en adelante hasta nuestros tiempos.
Termina hasta llegar a Petrus Romanus, Pedro de Roma, último de los Papas de Roma, que será quien gobierne a la cristiandad cuando Roma sea destruida y llegue el Fin de la Edad. Si pretendieramos ajustar lo sucedido en estos últimos días no encontramos cómo encaja el recién nominado Papa Francisco con el llamado Pedro el Romano, para los efectos de las profecías.
A menos que más adelante haya una explicación más clara además del hecho de que estará sentado en la silla de su antecesor. Lo de Papa negro tiene visos de certeza porque al padre Arrupe fundador de la orden de los jesuitas, le llamaban así el Papa Negro porque se diferenciaba del Papa en que éste vestía de blanco y el padre Arrupe usaba una vestimenta de color negro. El Papa Francisco, recién elevado al trono de San Pedro, es jesuita, pertenece a la orden de San Ignacio de Loyola, el fundador de esa compañía. Se dice que la organización de los jesuitas es similar a la del clero secular. Hay superiores por zonas y un generalísimo que ejerce su autoridad en todo el mundo y reside en el Vaticano.
Lo que recuerdo del santo y es del dominio popular es el amor que le profesaban las aves que se posan en su cuerpo, sin mostrar ningún temor, así como su tosco sayal, y quien no ha leído el poema de Rubén Darío, "Los motivos del lobo". San Francisco de Asís predicó la pobreza como un valor y propuso un modo de vida sencillo basado en los ideales de los Evangelios. Fundador de la orden religiosa de los Franciscanos. Cuando joven llevó una vida de disipación. En el remoto año de 1206, decidió vivir como un ermitaño, renunciando a los bienes de su padre. Fue canonizado dos años después de su muerte. Bien, este santo es el que ha servido de modelo al actual Papa, pobreza y humildad.
Hay en el ambiente sacro muchos rumores. El Papa que renunció no volverá ser cardenal y continuará dándosele el tratamiento de Su Santidad, el título de Benedicto XVI lo conservará, tal cual, y a los ojos de todos seguirá siendo pontífice. Cuando pasen por el pasillo central de la Capilla Sixtina, los asistentes dirán a una voz: ya viene el Papa, pero a continuación, repetirán ante la presencia de otra figura albina: ya llegó el Papa, ambos vistiendo de blanco y durmiendo dentro del Vaticano.
Uno aún con la atribución espiritual, por lo que, a sabiendas o no, está dando paso a la profecía que dice que la presencia de dos Papas en Roma causará un gran cisma. Se sustenta el argumento de que la renuncia de Benedicto XVI no tiene ninguna validez desde un punto de vista teológico y espiritual, y a consecuencia de ello la elección del Papa Francisco, recién electo, no es válida por estar canónicamente inhabilitado, por lo que técnicamente se asegura Benedicto XVI continúa siendo el líder de la Iglesia.
En este contexto se menciona la revelación que en 1909 tuvo el Papa, quien expresó: "He tenido una visión terrible: no seré yo o uno de mis sucesores, pero vi a un Papa huyendo de Roma entre los cadáveres de sus hermanos. Él se refugiará de incógnito en alguna parte y después de breve tiempo tendrá una muerte cruel".
Los tres pastorcitos de Fátima, ocho años después, dijeron haber visto a un obispo, vestido de blanco huir de una ciudad en ruinas tembloroso y con paso vacilante, la revelación más antigua e importante es la de San Francisco de Asís: "Habrá un Papa electo no canónicamente que causará un gran cisma".
Bien, en abril de 2005 Benedicto XVI, en la misa del inicio formal de su pontificado, dijo: "Oren por mí para que no sucumba ante el embate de los lobos".