"En la última persecución de la Santa Iglesia Romana se sentará Petrus Romanus, que apacentará las ovejas entre muchas tribulaciones; pasadas estas cosas, la Ciudad de las Siete Colinas será destruida y el Juez Terrible juzgará al pueblo". En esto de las predicciones habrá quien crea y quien no, y quien, llegado el caso, las repudie. El más famoso de los profetas, refiriéndonos a los Pontífices, es Malachy o Malaquías, Arzobispo de Armagh, quien se basó en una serie de lemas que coinciden, en veces sorprendentemente; en otras se busca y rebusca hasta encontrar que concuerden.
Recordemos que fueron escritas en 1139, hace 800 años. Ni modo de preguntarle cómo le hizo. Si nos ceñimos a los cuatro últimos, su tino no puede ser calificado sino de portentoso, tanto por cuanto encajan con su descripción en los lemas como por que habiendo vivido los acontecimientos nos damos cuenta que encuadran con gran precisión con lo que ocurrió después.
En efecto, referidos al Papa de Medietate Lunae, al de Labore Solis, al Gloria Olivae y a Pedro de Roma, (este último será quien gobierne a la cristiandad cuando Roma sea destruida y llegue el Fin de la Edad, según lo señala el citado profeta). Lo más interesante es que cierto o falso estará por ocurrir su desenlace, que los actuales seres vivientes no tardaremos en conocer.
En esta ocasión, todos nos preguntamos si reunido el cónclave de cardenales coincidirán con la predicción elaborada al respecto por San Malaquías. Se han elaborado teorías, cábalas y especulaciones acerca del asunto, llegándose a mencionar como solución la de elegir un Papa de color.
Nostradamus, un visionario que vivió en el siglo XVI, dice que será el último Papa antes de que se produzca el Apocalipsis, o sea la caída de la Iglesia Católica. No sería el primer Papa de raza negra. Ha habido en la historia de la Iglesia tres Papas africanos y los tres ahora fueron elevados a la categoría de santos. El último fue elegido hace la friolera de 1521 años, aunque se dice que actualmente hay 17 cardenales africanos de los cuales sólo 11 tienen menos de 80 años. África podría sorprender, pues un 76 % se expresó a favor de que surja del cónclave un Papa obscuro. Una encuesta señala que esperan un Papa que apruebe el divorcio, que abra el sacerdocio a las mujeres y suprima el celibato de los religiosos.
El dicho que se conoce después de celebrado el cónclave es que el que entra como Papa al cónclave puede salir como cardenal o a la inversa. A Benedicto XVI con el propósito de que no surja una contrariedad se le montará un aparato de máxima seguridad, que incluirá expertos en explosivos, policías, carabineros y la presencia de francotiradores. El italiano Tarcisio Bertone como cardenal "camarlengo" reemplazará interinamente al número uno de la Iglesia Católica hasta la elección del nuevo pontífice.
Se dice que cualquiera, aun un sencillo cura de pueblo, puede ser escogido para suceder al sucesor de Benedicto XVI. Las cosas están al rojo vivo. Cualquier cosa puede suceder. Tan es así que, según un canonista, el ahora renunciante podrá seguir siendo llamado Su Santidad. Es posible que por primera vez en la historia de la Iglesia se produzca el fenómeno inédito de dos Papas a la vez. Ambos con anillo papal.
Dentro de este mare mágnum político están apareciendo manifestaciones a favor de uno de los cardenales, en un cartel que lo exhibe como si ya se le quemaran las habas por sentarse en la silla papal. Aquí hablando de politiquería cabe estimar que cualquiera que se adelante a los acontecimientos estaría jugándose su postulación en un quehacer prohibido que lo dejaría fuera si se llegara a demostrar que él fue quien alentó la propaganda en su favor.
En el cartel aparece con los ojos mirando al cielo e iluminado por una aureola. Que no se preocupe por lo que vayan a decir sus pares, dado que apareció en una de las planchas puestas a disposición del ayuntamiento para utilizarse por los candidatos en las recientes elecciones italianas. Lo más seguro es que fueran grupos que no lo quieren por el color de su piel o que le quieran enmendar la plana al Espíritu Santo o simplemente es otro su candidato. En fin, a lo mejor les sale el tiro por la culata.