Operación. El Presidente rechazó que fuera a designar a un encargado de despacho.
El presidente Enrique Peña Nieto será sometido hoy a una intervención quirúrgica en el cuello a fin de extraerle un acumulación irregular de tejido que ha crecido en la glándula tiroides.
De acuerdo con información proporcionada por la casa presidencial, la operación para extraer un nódulo tiroideo se realizará en el Hospital Central Militar, de la Secretaría de la Defensa Nacional, y se espera que dure cerca de una hora con 30 minutos.
La operación será muy temprano y al filo del mediodía Aurelio Nuño, jefe de la Oficina de la Presidencia, acompañado por el médico que realice la operación, ofrecerá un parte médico. La salud del mandatario será monitoreada por personal militar y del Estado Mayor Presidencial.
La Presidencia reservó la información en torno a si el Presidente sería ingresado anoche o hasta hoy por la mañana. Funcionarios consultados precisaron que una vez concluida la intervención, el Ejecutivo deberá permanece un par de horas en reposo antes de recibir su alta.
Personal de la Defensa Nacional y del Estado Mayor Presidencial controlarán el movimiento dentro del Hospital Central Militar, tanto entradas como salidas, y en sus inmediaciones.
De manera extraoficial se supo que los usuarios y visitantes al Hospital Central Militar deberán mostrar un documento que avale la necesidad de entrar al nosocomio. Ningún medio de comunicación podrá ingresar antes de las 11:00 horas.
La Constitución no contempla un escenario como el que se vivirá en las primeras horas de hoy mientras el presidente Peña es intervenido; sólo considera en sus artículos 84, 85 y 86 la ausencia definitiva del Ejecutivo.
El Presidente tendrá un período de recuperación de cuatro días en la residencia oficial de Los Pinos, durante los cuales atenderá únicamente reuniones de trabajo privadas, informó la semana pasada la casa presidencial.
Consultado el pasado jueves sobre su salud, durante el vuelo de Veracruz a la Ciudad de México, el presidente Peña Nieto dijo que no se trata de una operación peligrosa, que no siente el "quiste" en el cuello, pero que lo había postergado durante mucho tiempo.
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