Primera lección de la discusión del IFE sobre el gasto de campaña: tener muchas reglas no garantiza campañas equitativas. Segunda: lo que los políticos establecen hoy, lo señalarán como fuente de toda perversidad mañana.
Si bien el ocultamiento del dictamen de fiscalización por el IFE ha dificultado la comprensión del tema (hasta hoy el documento no ha sido publicado oficialmente por el IFE por lo que los partidos filtran lo que les conviene), la discusión entre los consejeros del 6 de febrero ratifica que la razón de que la campaña de Andrés Manuel López Obrador haya rebasado el tope de gasto y no la de Enrique Peña Nieto es el "prorrateo" del gasto.
El artículo 177 del Reglamento de Fiscalización del IFE, aprobado el 4 de julio de 2011 por el Consejo General del IFE, establece que "los gastos de campaña centralizados" y los "que involucren dos o más campañas de un partido o una coalición" serán "prorrateados entre las distintas campañas de la forma siguiente": por lo menos el 50 por ciento "de manera igualitaria" y el resto "de acuerdo con los criterios y bases que cada partido o coalición adopte, en concordancia con las campañas beneficiadas".
Si el PRI decidió prorratear el 1 por ciento de un mitin en el Estadio Azteca a Peña Nieto y el Movimiento Progresista el 70 por ciento del suyo en el Zócalo a López Obrador, esto está dentro de sus muy prorrateadas prerrogativas. Aparentemente el PRI castigaba las campañas de sus aspirantes a otros cargos de elección con el fin de reducir el gasto asignado a Peña Nieto. Hasta donde puedo ver, la ley lo permite.
La regla no se inventó en 2011. Ha sido utilizada por partidos y candidatos en campañas desde hace años. Nadie había protestado hasta ahora que se dio el paradójico resultado de colocar la campaña del humilde López Obrador por arriba del tope de gasto y la del gastalón Peña Nieto por debajo.
De la misma manera, fueron los partidos políticos los que insistieron que el IFE adelantara el dictamen del gasto de las campañas presidenciales. No había que esperar hasta julio, cuando estaría listo el informe sobre todas las campañas, incluyendo las de diputados y senadores, sino adelantarla a enero. Al final, sin embargo, ha sido necesario echar atrás nuevamente a julio el dictamen por la sencilla razón de que, sin saber cuánto se ha asignado a las campañas de los legisladores, no se puede juzgar el prorrateo de la presidencial y, por lo tanto, decidir cuál ha rebasado el tope de gastos.
Hubo, a mi juicio, otras buenas razones para rechazar el dictamen de fiscalización que se discutió este 6 de febrero. Aunque los partidos tienen derecho a prorratear como les dé su muy prorrateada gana el 50 por ciento de los gastos de distintas campañas, esto sólo puede hacerse con campañas "beneficiadas". Pero, como argumentó el consejero Lorenzo Córdova, no están claros los criterios sobre cuáles se benefician de cada gasto. ¿Un mitin de Enrique Peña Nieto en el Estadio Azteca es un apoyo tan importante a los candidatos a diputados y senadores del PRI y el Partido Verde que éstos deben cargar con el 99 por ciento del gasto prorrateable?
El asunto no se resolverá tampoco a satisfacción de todos en julio. A final de cuentas, los consejeros sólo pueden tomar decisiones sobre la base de lo que diga la ley. Y la ley fue hecha, precisamente, para dar a los partidos políticos la facultad de decidir ellos mismos cómo prorrateaban ese 50 por ciento de sus gastos. Si está mal beneficiarse de lo que diga la ley, entonces los políticos no debieron haber hecho la ley como está.
TOUSSAINT
Hoy hace dos años se quitó la vida Eugenio Toussaint, uno de los músicos y compositores más talentosos y versátiles de nuestro país. Su trabajo en el jazz es bastante conocido. Pero hoy la Fonoteca Nacional presentará a las 20:00 horas el catálogo de obra de concierto en lo que será también un homenaje. Como diría el entrañable Germán Dehesa, "Aikir".
Twitter:@sergiosarmient4
