Mucho se ha hablado de la recién aprobada por los legisladores "Ley general de víctimas", publicada el 9 de enero del presente año en el Diario Oficial de la Federación, que ha generado todo tipo de opinión. Se menciona que es inconstitucional, defectuosa, mal hecha, incluso que requiere ser modificada de inmediato, coincida totalmente con lo último. En fin, cada quien tiene su punto de vista.
La ley general de víctimas debería de ser un gran triunfo del nuevo gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto, que garantice justicia a todos aquellos ciudadanos víctimas de algún crimen; pero a mi criterio, generaría más injusticia en nuestro país.
Según esta ley, se garantizará asistencia y protección a las víctimas de alguna injusticia, respaldándose en un marco normativo. Esto se traduce a reparar daños a víctimas, tales como: económicos, físicos, psicológicos, etc.
Hasta aquí todo es maravilloso, pero ¿quién pagará estos daños?, es claro, los criminales. Cabe mencionar que de los delitos cometidos en nuestro país, el 98% de los mismos queda impune, tan sólo en el miserable 2% de los casos se castiga a los responsables. Esto quiere decir que en la gran mayoría de las injusticias (98% de los casos), seremos NOSOTROS, los ciudadanos que con nuestros impuestos repararemos dichos daños, y sólo en el 2% de las injusticias pagarán los verdaderos responsables. Acaso, ¿no es injusto que la ciudadanía pague por las incapacidades del estado? ¡Claro que sí!
El Estado a través de los mandos policiacos tiene la obligación de garantizar seguridad a todos y cada uno de los ciudadanos, pero como todos sabemos, es incapaz de cumplir dicha obligación. Ante esta incapacidad, existen en nuestro país todo tipo de delitos que afectan directamente a la sociedad, por lo tanto, los políticos crean una ley que obliga a los criminales a pagar daños ocasionados, pero como el sistema de justicia penal es tan malo, obliga a los ciudadanos a que paguen dichos daños respaldándose en una legislación (otro problema más que administra el gobierno mexicano).
Ahí está el truco de esta ley, por eso el título de mi columna; "El que hace la regla, hace la trampa".
Expertos en derecho han manifestado que dicha ley es "inconstitucional", tal es el caso del abogado Ángel Fernando Borjas Zertuche, que mencionó: "El Congreso de la Unión en el artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos, no está facultado para regular en materia relativa a víctimas. Además señala que en el artículo 124 constitucional se menciona que todas las facultades que no están expresamente señaladas para la Federación, se entienden implícitamente para los estados, por lo que deben de ser éstos los que legislen en la materia. Además mencionó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, podría declarar la invalidez de dicha ley en un momento dado, debido a los huecos legales existentes.
Es urgente tomar medidas eficientes ante la injusticia en nuestro país, y esta ley no es la más justa y eficaz. Requiere de grandes cambios.
El crear o modificar leyes no es la solución a los problemas, sino una manera de administrarlos, como es costumbre en nuestro México lindo y querido, administrar mal. Además de que se crea más burocracia.
La corrupción es el cáncer de nuestro país que debemos erradicar conjuntamente sociedad y gobierno. Es el que pudre a las instituciones y no permite progresar al país.
CIUDAD SIN POLICÍAS El sueño de delincuentes, hippies, mafiosos, drogadictos y malvivientes, se está cumpliendo; sin duda alguna nos dejó algo esta nueva era maya.
A raíz de que en los municipios de Gómez Palacio y Lerdo, Durango, elementos del Ejército mexicano y Policía Federal desarmaron a los policías municipales, se desató una tremenda ola de crímenes. 5 bancos asaltados, además de una casa de empeño y una farmacia. Sin incluir los asesinatos a los cuales ya los laguneros estamos acostumbrados.
Los encargados de cuidarnos son aquellos mismos que fueron entrenados para matar, "los militares", la verdad tengo miedo, mucho miedo. ¡Qué Dios nos cuide!
Twitter:@Aguerokris