Señoras y señores, terminó la Copa Confederaciones finalmente, pocos partidos atractivos y, como se esperaba, la final ideal: El campeón del mundo, España, contra el país sede que se está preparando para la Copa del Mundo el próximo año, Brasil.
Brasil ya lo conocíamos pero es un país que se ha convertido, a raíz de los Olímpicos y de la Copa del Mundo, sumamente caro, difícil, con problemas grandísimos de transporte, con manifestaciones con miles y miles de estudiantes por las calles peleando con la policía en diferentes ciudades, en Río, San Paulo, Brasilia, Belo Horizonte, en todos lados.
En cuanto al futbol, el "Scratch du Oro" demostró que Luiz Felipe Scolari ha trabajado bien, ha escogido una selección fuerte y joven, con la mayoría de jugadores europeos, sobre todo de la Liga inglesa y española; había en la final gran cantidad de jugadores del Chelsea, Barcelona y Real Madrid.
En Río de Janeiro hay mucho bochorno y, por ejemplo, en Fortaleza hay temperaturas de 32 grados con humedad, los equipos europeos no están acostumbrados, por eso esta Copa Confederaciones es una prueba que le permite a los equipos visitantes darse una idea de cómo es, cómo están los campos de entrenamiento, los estadios, la estructura para moverse internamente en la Copa del Mundo.
España vino de más a menos, empezó muy bien con Uruguay y después comenzó a bajar, contra Tahití no tuvo problemas, a Nigeria le ganó 3-0, y se enfrentó a una Italia que mostró dificultad, peleando en media cancha.
Brasil, por su parte, tuvo un camino tranquilo, derrotó a Italia, a México, después le costó trabajo vencer a los Uruguayos, pero les ganó, por poco los charrúas los llevan a los tiempos extras.
Y en la final, cuando todo mundo esperaba un partido mucho más cerrado y con más calidad futbolística, sobre todo del lado de España, La Roja se encontró con un fallo terrible al principio del juego y entró con un gol de los que llamamos de vestidor, 1-0 a los 2 minutos tras una falla de Arbeloa y una de Casillas, que Fred aprovecha y remata.
España intenta, Pedro está a punto de empatar, desvía Gustavo en la línea de gol; y Neymar aparece y marca de forma brillante el segundo; con un gran pase al inicio del segundo tiempo para Fred que marca el tercero. La Roja falló un penalti, Julio Cesar se convierte en la figura sacando dos remates, uno de Villa y otro de Pedro, y finalmente España decepciona porque se esperaba más del campeón del mundo, del famoso toque en corto, pero vino a la baja, quizá por el cansancio de los internacionales europeos que tuvieron giras muy largas por la Champions, quizá porque Brasil fue mejor en el campo de juego porque Scolari planteó muy bien el partido.
España requiere un retoque en la Selección, Vicente del Bosque tiene que darse cuenta que Arbeloa no debe jugar más en la Selección, que hay jugadores que no pasan la prueba, como es el caso de Soldado, que tiene que regresar al doble pivote con Xabi y Busquets, que tiene que buscar al sustituto de Xabi, en fin; son partidos para eso, para darse cuenta de lo que requiere la Selección más capacitada físicamente. Se ahogó en Fortaleza frente a Italia y terminó ahogándose en Río de Janeiro contra Brasil.
La Verdeamarela fue mejor que La Roja, que llevaba 29 partidos sin perder, desde la derrota en el Mundial ante Suiza, pierde ahora en la final y seguramente habrá tiempo para la autocrítica, tiempo para reflexionar, le falta mucho, le falta concretar mejor sus jugadas, tiene buenos jugadores. España debe recomponer el retoque de algunos jugadores que sobran en la Selección y otros que faltan para volver a ser tan competitiva y fuerte como antes.
Por ahora queda la lección de que Brasil en casa va a ser el gran favorito para ganar la Copa del Mundo frente a potencias como Argentina, España, Alemania, Italia, Inglaterra, ganarle como local va a ser muy difícil y muy complicado.
jrfernandez@reforma.com