Espectáculos Miss Universo Christian Nodal Julión Álvarez

El Síndrome de Esquilo

TWAIN, 178 AñOS Y CONTANDO

El Síndrome de Esquilo

El Síndrome de Esquilo

VICENTE ALFONSO

El sábado pasado, Mark Twain cumplió 178 años. Es fácil decirlo, pero mantenerse vivo tanto tiempo seguro le ha costado algún esfuerzo al autor de famosas novelas como Huckleberry Finn y Las aventuras de Tom Sawyer. Por supuesto, no todo el mérito es suyo: en buenas fuentes podemos comprobar que Twain, cuyo verdadero nombre fue Samuel Langhorne Clemens, aprendió las astucias de la longevidad de personajes que alcanzaron edades mucho mayores. En uno de sus famosos "sueltos" publicado en 1868, Twain nos relata una historia que leyó en los diarios: se trata de la noticia del funeral de uno de los colaboradores más cercanos de George Washington, llevado a cabo en 1809, a la edad de 95 años. Se trataba de un hombre de raza negra que había servido por muchos años a Washington y que le había sobrevivido. Finalmente, decía el diario, el hombre había muerto como un patriota. Eso tendría muy poco de raro si no fuese porque Twain mismo detectó, en otros periódicos publicados en la Unión Americana, notas similares publicadas en 1830, en 1834 y 1836. Incluso, la crónica del viejo colaborador se repite una vez más, con todos los detalles, en 1855. Twain nos recuerda que cuando Washington murió, en 1799, había ya relatos que nombraban a dicho colaborador como un hombre mayor, cansado, de modo que, cuando murió por última vez, debía tener alrededor de 260 ó 270 años. Así pues, para Twain mismo, que varias veces desmintió en el pasado la noticia de su muerte, 178 años no son muchos.

En este cumpleaños quisiera recordarle por una de sus novelas más célebres, de la que ya he hablado en otras ocasiones: El príncipe y el mendigo. Se trata de una auténtica comedia de enredos. En ella se relata cómo Tom Canty, pordiosero de los barrios londinenses, y Eduardo Tudor, heredero de la corona inglesa, intercambian sus destinos sin desearlo, con sólo trocar sus vestimentas. El narrador cuenta cómo luego de intercambiar su ropa, fueron a pararse frente a un espejo y "no parecía que se hubiera hecho cambio alguno. Se miraron mutuamente con asombro, luego al espejo, luego otra vez el uno al otro". Además de ese enroque increíble hay muchas más dualidades e imposturas contenidas en los treinta y tres capítulos que componen la novela. Al inicio, por ejemplo, los lectores nos enteramos de que Tom Canty tiene unas hermanas gemelas llamadas Bet y Nan. En el capítulo XVII presenciamos una orgía de estafadores y timadores: falsos ciegos, asesinos que cambian de nombre para evadir a la justicia, cojos de mentira que tienen piernas sanas y fuertes.

Quienes rodean al pordiosero y al príncipe les toman por locos aun cuando estén diciendo verdades coherentes. Ni el príncipe Eduardo ni el mendigo Tom son impostores, pues es la colectividad la que les confiere una identidad que no es la suya. Más aún, cuando se ven intercambiados, ninguno de los niños varía su comportamiento: al enterarse de que el rey ha muerto, Eduardo actúa como el nuevo rey a pesar de estar vestido con harapos y vivir rodeado de indigentes; aun cuando habita en el castillo, Tom Canty usa el sello real para cascar nueces. Lord Hertford, uno de los comisionados para auxiliar al falso príncipe, no tarda en preguntarse si habrá alguien en el reino capaz de sostener que puede haber dos personas, no siendo de la misma sangre y nacimiento, tan extraordinariamente iguales, y si sería posible que la casualidad pusiera a una de ellas en el lugar de la otra. Al cabo concluye que sus pensamientos son producto de la locura, porque "si fuera un impostor que se dijera príncipe, eso sería razonable, pero ¿ha habido jamás impostor alguno que, al ser llamado príncipe por el rey, príncipe en la corte, príncipe por todos, negara su dignidad y suplicara contra su exaltación?".

Comentarios: @vicente_alfonso

Leer más de Espectáculos

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Espectáculos

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

El Síndrome de Esquilo

Clasificados

ID: 938868

elsiglo.mx