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El Síndrome de Esquilo

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El Síndrome de Esquilo

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VICENTE ALFONSO

El fin de semana estuve en Guadalajara, en la Feria del Libro. Me sorprendió la cantidad de novedades que se venden: títulos recientísimos casi todos. Quizá por eso al entrar en el pabellón del Fondo de Cultura Económica me dio mucho gusto darme cuenta de que Carlos Castaneda sigue entre los autores más vendidos, aunque siempre haya sido un escritor que permaneció en la sombra. Mi primer contacto con sus libros fue hace muchos años. Un amigo me prestó Las enseñanzas de Don Juan y lo dejé allí, como se dejan los libros que algún día habrán de leerse. Pasaron meses, hasta que un día lo tomé y empecé a hojearlo un poco. Lo primero que me sorprendió, es que incluyera un texto introductorio de Octavio Paz. Un párrafo específico fue el aguijón que habría de hacerme leer no sólo Las enseñanzas de Don Juan, sino más de la mitad de la obra de Castaneda en busca de mi propia respuesta. Cito a Paz: "Si los libros de Castaneda son una obra de ficción literaria, lo son de una manera muy extraña: su tema es la derrota de la antropología y la victoria de la magia; si son obras de antropología, su tema no puede ser lo menos: la venganza del objeto antropológico (un brujo) sobre el antropólogo hasta convertirlo en hechicero. Antiantropología".

Don Juan Matus es el personaje principal de una serie de libros, entre los que se encuentran Las enseñanzas de Don Juan, Relatos de Poder, Viaje a Ixtlán y Una realidad aparte. Pero no se trata de cualquier personaje. En la concepción tradicional, nosotros sabemos que El Sargento Lituma es un personaje creado por Mario Vargas Llosa, o que Pedro Páramo es un personaje imaginado por Juan Rulfo. En el caso de Carlos Castaneda, esta relación no es tan clara: el autor es personaje al mismo tiempo y, al interactuar con otros personajes, parece afirmar que nada de lo dicho es imaginado. Personajes y situaciones son parte de una experiencia real, en la que el autor perdió el control frente a un mundo que le es desconocido por completo. Es en esos dos puntos donde radica el éxito de los libros de Castaneda: no conocemos al autor (en poquísimas ocasiones dio entrevistas, nunca ofreció lecturas en público) lo que vincula a Carlos Castaneda (como autor y como personaje) al mundo metafísico y mágico del que habla en sus libros. Lo perceptible es apenas la fachada.

En estos libros se plantean dos ideas principales: el conocimiento interior y la experiencia de estados mentales alterados mediante el uso de plantas alucinógenas. Castaneda relata cómo fue guiado por un indígena yaqui (a la manera de Dante y Virgilio) por entre los diferentes mundos perceptibles mediante ejercicios y prácticas rigurosas. No es un manual de brujería, ni se trata simplemente de un "diario de viajes": el conocimiento interno no es sencillo, aclara Don Juan desde el principio.

Para el que ha tenido contacto con estos libros, el tema no le será desconocido en absoluto, aunque coincidirá conmigo en un punto esencial: ¿Quién es Carlos Castaneda? ¿Lo que narra en sus libros es real o imaginario? ¿Se trata acaso de una especie de gran metáfora de la existencia? ¿O serán acaso las conclusiones de un minucioso estudio antropológico sobre las comunidades indígenas?

Escritos casi siempre en primera persona del singular, los textos de Castaneda logran transmitirnos su constante estado de sorpresa mientras que el control de la situación pasa a manos de Don Juan. Así el yo que es Castaneda se ve desplazado por el yo lector que busca incluirse en la experiencia narrada. Real o imaginario, hay una idea central que hace valiosa la propuesta de Castaneda: en sus libros, a través de Don Juan Matus, el autor nos muestra que existe un mundo más allá de lo perceptible cotidianamente y que este universo no puede ser verificado por la ciencia. Así, le regresa al ser humano aquello de mágico que le ha sido negado por el progreso de la razón. Es la reivindicación de las filosofías no occidentales, el reconocimiento simultáneo de la diversidad de mundos alternos que existen dentro de nosotros, como género y como individuos.

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